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portó el ejército en esta campaña. Todas las divisiones de él, cumplieron con el honor y bizarria que son propias de las armas del Rey, emulándose unas á otras en valor y disciplina segun se explica el general, sin olvidar la division del coronel Huicí que aunque no le aconpañó á la entrada de Cochabanba, acaso fué porque tuvo mayores y mas dificiles empeños que vencer hasta posesionarse de la ciudad de Valle grande despues de dos acciones en que salió victorioso. En consecuencia de sus informes dí como era debido las correspondientes gracias á nombre del Rey á todos los individuos que lo componian, ofreciéndoles como lo cumplí en efecto, ponerlo en noticia del gobierno supremo para las recompensas á que se habian hecho acredores de justicia.

Evacuadas las diligencias que debian afianzar la seguridad de la provincia, como era la reposicion de sus magistrados, y una competente guarnicion, emprendió el general súbitamente su marcha hasta la Plata á reparar los desórdenes que los insurgentes del Valle de Clipsa cometian por aquel lado. En esta jornada resplandeció igualmente su inteligencia militar, su politica, su justicia y su clemencia. Lo mismo ejecutó á su paso por la ciudad de la Plata y pueblos de la ruta por donde fué recibiendo los partes de los gefes destinados á la gloriosa empresa de la sugecion de las provincias en términos que ella hizo mudar enteramente de aspecto al reino agitado con la incertidumbre de la suerte de las armas tenazmente levantadas por los revoltosos, y que felizmente abatidas en distintos puntos cuya prolija relacion haria interminable este papel, prometian desde entonces la inmutable tranquilidad á que han quedado reducidas hasta el dia.

Entre los perjuicios que me irrogó el embargo y cerradura de la imprenta en que se trabajaba esta obra ahora dos años, he sufrido la irreparable pérdida de la terminacion de esta memoria; pero esta falta será subsanada con la publicacion de los documentos oficiales, que pongo á los lectores al corriente de los sucesos de nuestra historia.

El Editor.

OFICIO DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR VIREY DEL PERÚ D. JOSÉ FERNANDO ABASCAL Y SOUSA, Á LOS SEÑORES INTENDENTES, GOBERNADORES, É ILUSTRÍSIMOS SEÑORES OBISPOS DEL VIREINATO, SOBRE LA ERECCION Y ESTABLECIMIENTO DE UN COLEGIO DE MEDICINA EN ESTA CIUDAD Y REAL ESCUELA

DE LIMA. (1.)

Desde el momento en que supe que por la bondad del Rey, que Dios guarde, estaba promovido á este vireinato del Perú; ha ocupado mi corazon un deseo constante y sincero de hacer todo el bien que estuviese en mis manos, á sus recomendables moradores. Así, aunque mi ingreso en esta capital fué en circunstancias en que invadida la ciudad de Buenos Ayres por las armas británicas, y amenazada esta metrópoli y los puertos de su dependencia por las mismas, pedia toda mi atencion el socorer á la primera, y el poner en un estado respetable de defensa á la segunda, al mismo tiempo que se desempeñaba favorablemente uno y otro bajo los auspicios divinos, procuraba yo mejorar la policía de esta capital. Hallábase, á mi ingreso, toda cubierta de inundaciones, pantanos y estercoleros y sus iglesias respirando un hedor intolerable: todo lo cual formaba un manantial pestilente, que la hacia muy enfermiza principalmente en otoño. Por estas causas se hallaba expues

[1] Véase la página 42 de la relacion del Gobierno del virey Abascal que ntecede.

ta su poblacion á quedar arruinada, siempre que faltasen las continuas colonias que de la Europa y del Alto Perú han reemplazado hasta ahora la presente y no bien observada destruccion de sus habitantes. Para remediar un tan grade mal, se han puesto en aseo las calles en Lima, se ha dado curso libre y expedito á sus aguas, y se está concluyendo á extramuros de ella un suntuoso y bien arreglado cementerio, á donde se conduzcan los cadáveres, y quede libre de las exhalaciones podridas que hacian tan graves daños á sus vivientes.

Pero acaso hay un mal mayor, como que comprende á esta metrópoli y á toda la América del Sur, y que yo observé, no sin dolor ni asombro, en mi viage de Buenos Ayres á Lima. Este es el estado de abandono en que se halla en este reino la Medicina y sus ciencias auxiliares. De manera que la mayor parte de sus habitantes viven en peor estado que el de pura naturaleza: siendo mejor por esta parte la condicion de aquellas tribus errantes que no gozan de los beneficios de la sociedad: porque en estas, la naturaleza, acompañada de la dieta y de pocos remedios, ejecuta con libertad los esfuerzos posibles para salvarlos de sus enfermedades; pero en el Perú se sufren todas las desgracias que puede traer consigo en la curacion de ellas el engaño, el atrevimiento, la ignorancia y la codicia. Así por todas partes se reciben quejas, no solamente de los partidos, sino tambien de las capitales de las Intendencias: de las cuales se solicita con ansia se les auxilie con buenos profesores. Pero ¿dónde se hallarán estos, pues que en la capital que debe proveer de ellos, no hay instruccion organizada que los forme? Entregados casi á sí mismos los jóvenes que profesan estas nobles facultades, no pueden avanzar, sino á costa de muchas penas unidas á grandes talentos. Lo cual no siendo fácil encontrarse reunido en los hombres; es consecuencia necesaria que sean muy raros los que puedan aprovechar por este medio en la dificil carrera de la Medicina.

Por estas razones, y movido de las pinturas lastimosas que se me hacen del abandono de los infelices indios, y demas moradores del Perú, en sus enfermedades; no ménos que de la despoblacion que sufre el reyno por esta causa, con menoscacabo de los intereses del Rey: como igualmente de las sólidas reflexiones que en sus diversas representaciones ha hecho el Dr. D. Hipólito Unanue, á quien he nombrado Proto-Médico general del Perú, por fallecimiento de su antecesor el Dr. D. Juan de Aguirre; estoy persuadido á que no podria hacer mayor bien á este imperio en el tiempo de mi gobierno, que erigiendo un Colegio en que se enseñe fundamentalmente la Medicina con sus ciencias auxiliares: es decir, que se establezca aquella enseñanza que siendo hoy la mas favorecida en Europa, por

ser amiga y compañera de la salud del hombre y de sus intereses, no se encuentra absolutamente en estos reynos. El Colegio debe surtirse de catedráticos y maestros, bajo cuya conducta se enseñen la Geometría, y Astronomía: la Física experimental: la Anatomía: la Fisiología, la Patología, médica y quirúrgica sobre los enfermos: las operaciones de esta, así sobre los · enfermos, como sobre los cadáveres; el arte de partear: la Botánica, el dibujo, la Quimica y la farmácia. De manera que segun el camino que abracen los jóvenes en los tres ramos principales de la facultad, conviene á saber, Medicina, Cirugía y Farmácia; así ha de ser la mayor 6 menor instruccion que se les dé en las ciencias auxiliares, conforme á la mas ó menos relacion que tengan con el objeto á cuyo cabal desempeño se destinan.

Por este medio se conseguirá que cada seis ó siete años se esparzan por el Perú colonias de literatos, de quienes deben esperarse los frutos siguientes. Primero: la mejor asistencia de los enfermos en general. Segundo: el ordenar y mejorar la de los hospitales en particular. Tercero: el proveer cuando ménos, de un buen cirujano los asientos de minas, y los pueblos cabezas de Partido, para que sean asistidos todos los infelices, que hoy yacen sin auxilio despues de consumir su sangre por nosotros desentrañando la tierra. Con el mismo objeto podrán irse formando pequeños hospitales, donde aquellos tengan una cama, y un pedazo de carne, con que reparar sus fuerzas abatidas. Y para que en lo venidero no suceda lo que se observa ahora con dolor de la humanidad, esto es, que varios pequeños hospitales han sido cerrados, y ocupados sus bienes por algunos vecinos con gravísimo cargo de sus conciencias; el Colegio de Lima será un centro de reunion, á donde anualmente remitan de todas las enfermerías sus profesores un estado de los enfermos que en ellas se han curado, las observaciones que se han hecho, la asistencia que allí ha habido: firmado todo bajo juramento por el profesor á cuyo cargo se hallase, y ratificado en la misma forma por el párroco, alcalde, ó diputados del lugar. El Colegio informará á esta superioridad, conformeá lo que ministrasen los estados referidos, para que tome las providencias oportunas. Y en un asunto tan delicado, por el menor fraude en que sea sorprendido alguno que tenga intervencion en él, será removido del empleo que ejerc iese.

Cuarto: la reunion de las observaciones de que se ha hecho mencion, servirá para que se escriba una Médicina adaptada á estos naturales, y á los climas en que viven. Quinto: los profesores que por sus destinos deben incubar mas en la Botánica y en la Química serán de sumo provecho á los intereses del HISTORIA-18

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Perú: los primeros en el descubrimiento de nuevas plantas útiles á la Medicina, ó al Comercio; los segundos, en el análisis de estas mismas, y del inmenso número de minerales que posee este rico imperio. La Geografía alcanzará esclarecimientos que no le es posible obtener de otro modo. Y cuando el Colegio llegue á estado de publicar los trabajos de sus individuos derramados por la América del Sur; sus anales serán los mas preciosos del orbe literario.

Para la consecucion de tan benéfico y glorioso fin, es necesario buscar fondos, 1. para el edificio material del Colegio y surtido de instrumentos que necesita: 2. para los salarios de los maestros que han de enseñar: 3. para la dotacion de un determinado número de becas, á fin de que nunca falte suficiente número de jóvenes á quienes instruir.

En cuanto á lo primero, he mandado elegir para la ereccion del Colegio, el ángulo del real hospital de San Andres, que cae á la plazuela del real y general de Santa Ana, comprándose allí unas casas y agregándose algunos sitios contiguos del primero, con lo cual se forma una área espaciosa, para dar al Colegio toda la comodidad posible. Este sitio es el mas proporcionado que podia idearse para un establecimiento, pues además de quedar situado el Colegio entre esos dos grandes hospitales, estando unido al uno, que es de españoles, y distando del otro, propio de indios, solo el ancho de una calle; tiene inmediatos el de San Bartolomé de negros, y el de la Caridad de mugeres españolas: y no hay mucha distancia al Jardin Botánico, que actualmente se forma de mi órden. Por consiguiente, en tan grandes y diferentes enfermerías, pueden los estudiantes ver y comparar los males de las diversas castas que forman la poblacion del Perú, y aprender á curarlas con acierto.

Se procederá inmediatamente á la fábrica del Colegio, á cargo del Licenciado D. Matias Maestro á quien tengo nombrado por director de ella, en atencion á su inteligencia, actividad, honor y demas circunstancias que hacen tan recomendable, y útil su persona á esta capital. En ella se empieará el dinero que le tengo destinado, valiéndome de varios recursos, sin el menor gravámen del público. No obstante como los precisos costos han de ser muy crecidos, espero que V. S. comunicando su celo por el bien de los pueblos que gobierna, á las personas acaudaladas de ellos, los exite á que den por una vez, aquello que buenamente gusten, para la conclusion del Colegio designado: en lo cual deben mirar el interés que resulta á cada uno. En la gaceta se publicará la lista de los hombres generosos, á quienes deben quedar reconocidas todas las clases de moradores, que componen la sociedad general de esta parte del nuevo mundo.

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