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ordinarios de iglesia, 660 ps, bajo cuyo pié fué fundada tambien por los espatriados regulares; pero aunque dicho sinodo podia abastar para la subsistencia de los misioneros, no alcanza verdaderamente á cubrir otros gastos indispensables y frecuentes sy de limosnas, camaricos, cortesías, mensajes y otros agasajos muy conducentes á la conservacion de un establecimiento tan avanzado á lo interior de la tierra, y que son la llave maestra con que se van abriendo las puertas de los corazones para la conquista espiritual, principal objeto del ministerio apostólico.

En trece años que carecieron de misioneros, desde el desamparo de los PP. jesuitas, llegó á tan deplorable estado, que á la entrada de los nuestros no se halló ni se podia llamar de otra suerte sino un bautizado barbarismo, pues siendo así que todos tenian escritos sus nombres en los registros de la iglesia y que muchos estaban casados segun sus sagrados ritos, no se distinguian generalmente de aquellos que jamás habian salido de la gentilidad, en la ignorancia de las obligaciones cristianas y en la conducta de la vida. Durante el tiempo de cinco años que la han servido nuestros misioneros, se ha dignado el Señor hacerle producir algunos frutos, que aunque no sean muy copiosos son bien sazonados. Desde su primera entrada les ofrecian todos los párvulos para el bautismo, y al presente pudieran contar con mas de mil; mas debiendo seguir el arreglado sistema que ha adoptado este colegio, se han bautizado cincuenta y dos párvulos, y ocho adultos se han casado solamente por la Iglesia, y entre ellos el cacique gobernador D. Antonio Cathileu, precediendo en todos la competente instruccion; cinco cumplen con el precepto eclesiástico de la confesion anual y uno con el de la comunion, por no haber hallado á los demás con aquel conocimiento y disposiciones que exije este adorable sacramento en las personas que han de recibirle dig

namente.

MISIONES SERAFICAS PERTENECIENTES A LA JURISDICCION DE VALDIVIA.

Antes de entrar á la relacion particular de las misiones existentes en la jurisdiccion del gobierno de la plaza de Valdivia, es conveniente instruir de algunas cosas trascendentes á todo el distrito á que se estiende. Está situada dicha plaza á los 39 g y 47 ms de latitud austral y 302 gs con 28 ms de longitud, y la jurisdiccion de su gobierno se estiende desde los 39 go de latitud hasta los 40 y 149 ms, y de los 302 gs y 28 ms hasta los 304 gs de longitud, segun la mas corriente estima arreglada por un cómputo prudente á las observaciones mas exactas de los peritos. Empieza por el norte en el estero de Rucacura, que está como tres leguas del rio de Tolten, terminando por el sur en el Riobueno, y de oriente á poniente desde la falda de la cordillera nevada hasta la playa del mar, que componen cerca de setenta leguas de largo y sobre cuarenta de ancho. Despues que se verificó la apertura del camino de Chiloe, á diligencia y solicitud del gobierno de Valdivia, por medio del admisticio hecho con los indios que habitan á una y otra parte del rio de las Canoas ó de Osorno, llamado de los naturales Rahue, parece debe computarse hasta aquí la estension de aquel gobierno. Mucha parte del territorio de esta jurisdiccion abunda de esteros, de hualves y pántanos, que reciben ó dan sus aguas á muchos y caudalosos rios. Los de mas nombre y á los que en ningun tiempo se encuentra vado, aun en las cercanías de su origen, son el de Tolten, que nace de una gran laguna no distante de la antigua ciudad de Villarrica; el de Riobueno, que sale de la famosa laguna de Ranco, la cual contiene muchas islas habitables, y entre ellas una de cuatro léguas de bojeo; el de Rahue, que tiene su origen en la laguna de Llanquihue, navegada por los españoles y soldados valdívianos destinados por el gobernador D. Joaquin de Espinosa al descubrimiento de

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los pretendidos Césares, y el de Callecalle, que baña á la plaza de Valdivia y tiene su nacimiento de la laguna de Guanegue, situados todos cuatro al pié de la cordillera, y de mucho nombre en toda esta jurisdiccion por su grande estension, que pasa en algunos de diez leguas por las muchas islas que contienen, por la abundancia de truchas y de otras especies diferentes de pescados, y sobre todo por madre de tales rios. A los cuatro mencionados enriquecen multitud de esteros, algunos de ellos navegables, con especialidad los que entran en el rio de Valdivia, ó los brazos en que se reparte, por los cuales se comunican con dicha plaza en canoas, así españoles como indios, desde ocho, nueve, diez y aun mas leguas de distancia. Como á las tres leguas de la plaza desemboca en la bahía de Manzera, dividido en tres grandes brazos, entrando en ella el uno por là parte del sueste con el nombre de Tornagaleones, y el otro por el este, que es por donde se comunican los castillos del puerto con la plaza y por donde suben hasta el muelle de esta las piraguas y barcos de Chiloe y las lanchas y botes de los navíos conductores del situado y bastimento.

En las inmediaciones de la plaza forma este rio tantas islas capaces de cultivo y de mantener toda suerte de ganados, que ciertamente pudiera constituirse este pais por uno de los mas deliciosos del reino y no de los menos fecundos, si hubiese gente que se aplicase al desmonte y labor oportuna de la tierra, defecto que se esperimenta en todo el territorio de dicha jurisdiccion, no sin dolor de los fieles vasallos que desean el mayor lustre y adelantamientos de la monarquía española, y á pesar de las vivas diligencias con que han solicitado el bien comun y la seguridad de una plaza tan interesante á la corona. De manera que pudiendo ser todo este pais harto propicio y delicioso para las bellas disposiciones y calidad del terreno, se halla el mas necesitado del reino, y en largas travesías sumamente melancólico por las muchas montañas y bosques espesísimos de que está por todas partes cubierto, aun en sus dilatados

valles y llanuras, efecto sensible de la falta de pobladores laboriosos.

Por esta causa no se producen aquí ó se crian con mucha dificultad algunas especies de frutas, como son melon, sandía, uva, naranja, limon, granada y algunas otras que requieren temperamento cálido, y de ella misma puede nacer tambien la desigualdad de los tiempos que suele impedir muchas veces el que las cosechas de granos y demás simientes usuales de la tierra sean tan abundantes como podrian serlo. De hecho, así las sementeras como las crias de ganados son en la actualidad tan cortas por la connatural desidia de españoles y de indios, que es necesario proveerse de la Concepcion y de la capital de Santiago para los abastos de carnes, arinas, menestras, grasa, sebo, vino y otras especies precisas para la anual manutencion de la tropa y vecindario, con crecido dispendio de la real Hacienda, fuera de otros varios géneros de comida, ropa, etc., con que se proveen de Lima por el navío que conduce el situado.

Este vasto territorio, habitado en la antigüedad de muchos millones de indios, como refieren las historias y se colije de los vestigios que por todas partes se encuentran á cada paso, ha venido poco menos que á una total desolacion, pues segun el cómputo mas bien fundado de los misioneros y de los oficiales mas juiciosos, prácticos y que han corrido todo el espresado distrito, se reduce al presente á seis gobiernos, ciento cuarenta y dos parcialidades, con sus respectivos caciques, cerca de dos mil conas ú hombres de armas y como diez mil almas de todas edades y ambos sexos.

No se ha hallado documento que administre una noticia cierta de los primeros ministros evangélicos que en esta jurisdiccion anunciaron á sus naturales la fé del Crucificado; pero es verosimil que fueron religiosos de nuestra seráfica Orden. Además de favorecer este dictámen lo que hablando de la mision de Nuhuelhuapi queda dicho en el capítulo tercero de

este informe acerca de los religiosos que el primer obispo de la Imperial conduzco del Cusco por coadjutores para desempeño de su pastoral solicitud, lo comprueba otra razon igualmente eficaz. Sábese por tradicion constante y por otros documentos dignos de toda humana fé, que nuestros religiosos fueron los primeros regulares que se establecieron en Valdivia poco despues de su primera poblacion, efectuada en 1551. Siendo, pues, el primer objeto y la primera obligacion de nuestros católicos Monarcas en todas las conquistas de la América la propagacion del santo Evangelio y reduccion de sus naturales á la religion católica, y habiéndose concedido á las Ordenes mendicantes, con particularidad á la nuestra, la entrada en este Nuevo Mundo, bajo el cargo de dedicarse á estas espirituales conquistas, como consta de la bula que empieza : Exposui nobis, espedida al intento por la santidad de Adriano VI, en 10 de mayo de 1522, no es de creer que así el real como religioso zelo dejasen de desempeñar sus respectivos deberes á vista de tantas almas que se les presentaban en este distrito sentadas en las tinieblas y funestas sombras de la muerte. En efecto, á nuestros religiosos parece que es debida la gloria de haber dado principio á la conquista espiritual de estos naturales, en que hubieron de continuar hasta que exasperados los indios de las tiranías, opresiones y malos tratamientos de aquellos nuevos colonos, tramaron secretamente una conspiracion general, y dando sobre la ciudad en el silencio de la noche la entraron á sangre y fuego, con tan bárbaro furor, que fueron raras las familias que pudieron libertarse del estrago, huyendo en algunas embarcaciones por el rio.

De resulta de esta funestisima tragedia quedaron estos naturales destituidos de todo socorro y fomento espiritual por espacio de treinta y cuatro años, corridos desde el de 1599, en que sucedió, hasta el de 1633, en que fué restablecida Valdivia, intervalo á la verdad suficientísimo para que aun espíritus menos modernos en la fé y mas bien zanjados en el dogma y

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