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983 B2771 v. 12

ES PROPIEDAD DEL EDITOR. Queda hecho el depósito exijido por la lei.

"Imprenta Cervantes" Santiago, Bandera, 73

HISTORIA JENERAL DE CHILE

PARTE OCTAVA

(CONTINUACION)

CAPÍTULO XI

PREPARACION DE UNA ESPEDICION
LIBERTADORA AL PERÚ:

DIFICULTADES QUE ENCUENTRA: TRATADO
DE ALIANZA CON LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO
DE LA PLATA, QUE QUEDA SIN EFECTO.
(MAYO DE 1818-MARZO DE 1819)

I. Jestiones hechas por San Martin en Buenos Aires para preparar la espedicion al Perú.-2. El interes de mantener la alianza entre Chile i las provincias unidas del Rio de la Plata hace desaparecer ciertas dificultades diplomáticas; el gobierno de Buenos Aires, dirijido por San Martin, ofrece socorros para el ejército, que no puede hacer efectivos a medida de sus propósitos.-Dificultades entre el gobierno de Chile i el representante de Buenos Aires felizmente arregladas; destierro de don Bernardo Monteagudo a las provincias de Cuyo (nota).-3. El gobierno de Buenos Aires comunica al de Chile la esperanza de ver reconocida la independencia por las potencias europeas: proyectos para coronar un rei en estos paises.Negociaciones diplomáticas sobre estas cuestiones (nota).-4. Don Antonio José de Irisarri es nonibrado ajente de Chile en Europa; por falta de poderes i de instrucciones regulares, no puede tomar parte en aquéllas negociaciones.-5. El senado de Chile aprueba el proyecto de espedicion al Perú; primeros preparativos para esta empresa.-6. Primeras dificultades con que tropieza ese proyecto: la escasez de recursos pecuniarios hace concebir la esperanza de contratar un empréstito esterior.-7. Exijencias de San Martin cerca del gobierno de Buenos Aires para obtener los recursos que se le tenian ofrecidos.-8. Propone San Martin un plan mas limitado de operaciones sobre el Perú.-9. La situacion interior de las provincias unidas del Rio de la Plata no les permite prestar mayor cooperacion a la proyectada espedicion al Perú; don José Miguel Carrera i la conspiracion de los franceses.-10. Celebracion de un tratado de alianza entre Chile i las provincias del Rio de la Plata para espedicionar al Perú. ese pacto no es ratificado en Buenos Aires por causa de las perturbaciones interiores.

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1. Cuando el gobierno i el pueblo de Chile celebraban con el mas vivo entusiasmo el triunfo alcanzado sobre la espedicion española, acababa de llegar a Santiago el jeneral San Martin. Venia de Buenos Aires con el propósito de acelerar los aprestos para espedi cionar sobre el Perú, i traia ademas las bases de un plan político para

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dar a estos paises un gobierno que creia el único estable i adecuado a la situacion.

Segun contamos en otra parte (1), ocho dias despues de la victoria de Maipo (el 13 de abril) habia partido para Buenos Aires. A su paso por Mendoza, donde solo se detuvo tres dias, fué recibido por el pueblo i por el gobierno provincial, en medio de fiestas en que se cele braba con grande animacion la reciente victoria sobre los españoles (2). San Martin, sin embargo, obedeciendo al plan de estudiada i sostenida modestia que se habia impuesto, creyendo que los honores que se le tributaban podian despertar envidia sin aumentar su prestijio real, i convencido ademas de que la obra en que estaba empeñado distaba todavía mucho de su término, se obstinaba en evitar esas manifestaciones; i en vez de aceptar las que se le habian preparado para recibirlo en Buenos Aires, llegaba de improviso i casi de incógnito a esta ciudad a las seis de la mañana del lúnes 11 de mayo, e iba a hospedarse tranquilamente a la casa en que residia su familia (3). La Gaceta oficial, dando cuenta del arribo de San Martin

(1) Véase el cap. IX, § 4.

(2) Hudson, Recuerdos históricos sobre la provincia de Cuyo, cap, II, § 25, en la Revista de Buenos Aires, tom. IX, páj. 59.-Se ha contado, no sabemos con qué fundamento, que San Martin, a su paso por Mendoza, no quiso recibir la visita de Monteagudo, irritado contra éste por haber precipitado la ejecucion de los Carreras. Nos consta sí que Monteagudo regresó en esos mismos dias a Santiago, i que aquí reasumió el cargo de auditor de guerra. De vuelta de Buenos Aires, San Martin supo en Mendoza que Monteagudo habia escrito algunas cartas contra él i contra el gobierno de Chile, i así lo comunicaba a O'Higgins el 18 de octubre. En esa fecha, Monteagudo, descubierto en Chile en otros manejos subversivos, mu. cho mas graves todavía, iba marchando por la cordillera desterrado de Chile. Véase mas adelante la nota 8 de este capítulo.

(3) Con fecha de 1.o de mayo, el director Pueirredon habia anticipado una carta a San Martin, en que le decia que era de absoluta necesidad que midiese sus jornadas para entrar a Buenos Aires de dia, a fin de que recibiese las demostraciones populares i oficiales que estaban preparadas, que él no podia evitar sin hacer un insulto al noble sentimiento del pueblo, i a que San Martin no podia resistirse "sin ofender 11 delicadeza de toda esta ciudad... Puede verse esta carta en la pájina 476 del tomo II de la Historia del jeneral San Martin por don Bartolomé Mitre. San Martin la recibió en el camino, i a pesar de los términos premiosos en que estaba concebida, se negó a recibir los honores que se le tenian preparados.

El congreso arjentino, reunido en Buenos Aires, por acuerdo de 4 de mayo, habia resuelto dar a San Martin una finca de propiedad del estado. Este acuerdo se hizo efectivo el 16 de agosto de 1819. La donacion consistió en una casa situada en la plaza de la Victoria de Buenos Aires, que el gobierno habia comprado al efecto en pública subasta.

a esa ciudad, decia estas palabras: "No puede caber la pequeñez de solicitar los honores del triunfo en el que ha tenido la gloria de merecerlos."

Pero San Martin no podia sustraerse completamente a las muestras de aplauso i de entusiasmo que habia producido la victoria. Los poetas, nacidos al calor de la rejeneracion política, entre los cuales descollaban algunos que poseian un verdadero estro, celebraban en versos armoniosos el triunfo de Maipo, i excitaban los sentimientos de gratitud i de admiracion por los vencedores (4). San Martin, por oficio de 14 de mayo, se habia negado otra vez a aceptar el título de brigadier jeneral que de nuevo le habia acordado (con fecha de 20 de abril) el director supremo de las provincias unidas del Rio de la Plata, repitiendo la declaracion hecha anteriormente de no aceptar otros ascensos, i espresando su propósito de retirarse definitivamente a la vida privada tan luego como se terminase la contienda; pero el gobierno se manifestaba resuelto a no hacer caso de esa renuncia, i a seguir dándole aquel título. El congreso nacional, reunido en Buenos Aires, que ya habia acordado otros honores en su favor, segun referimos, resolvió darle solemnemente las gracias por sus servicios en una aparatosa sesion especial. El domingo último (17 de mayo), dice la Gaceta de Buenos Aires, fué destinado por el augusto congreso nacional para dar las gracias al jeneral San Martin por sus insignes servicios en el estado de Chile i victorias de Chacabuco i Maipo; acto que dispuso se verificase en la propia sala de sus sesiones, a donde condujo el excmo. supremo director al jeneral triunfante en union de todas las corporaciones i jefes del estado. Las tropas estuvieron formadas desde la fortaleza (la

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(4) Estos cantos, publicados primero en hojas sueltas o en pequeños opúsculos, fueron recopilados en La Lira arjentina o coleccion de piezas poéticas dadas a luz en Buenos Aires durante la guerra de su independencia, libro impreso en Paris en 1824, aunque en su portada se lée Buenos Aires. Esa coleccion fué mandada formar e imprimir por un decreto de 9 de julio de 1822 que lleva la firma del gobernador don Martin Rodriguez i del ministro don Bernardino Rivadavia. Los cantos relati vos a la batalla de Maipo, en número de catorce, de mui distinto mérito unos de otros, estan reunidos sin el nombre de sus autores en las pájs. 142-233 de ese libro. El distinguido literato arjentino don Juan Maria Gutierrez, que insertó una sola de ellas (de don Vicente Lopez i Planes), en la América Poética (Valparaiso, 1846), reprodujo seis (dos de don Vicente Lopez, dos de don Juan de la Cruz Varela, una de don Estéban Luca i otra de frai Cayetano Rodriguez) en las pájs. 23-70 del libro titulado El jeneral San Martin, impreso en Buenos Aires en 1863, con motivo de la inauguracion de la estatua de éste.

casa de gobierno) hasta las casas consulares, donde el soberano cuerpo celebraba sus sesiones, i las calles empavesadas con telas de seda de varios colores. La curiosidad i el agradecimiento convocaron al pueblo a la plaza de la Victoria i a las calles inmediatas por donde debia verificar su tránsito el jeneral. Yendo este señor desde su casa a la fortaleza, la atmósfera retumbaba en las alegres aclamaciones de "¡viva el jeneral San Martin! El vulgo estaba enternecido. Cuando el jeneral volvió acompañado del excmo. señor director, siendo entónces mas de uno el objeto de la admiracion i del reconocimiento público, pareció el pueblo absorto en la contemplacion de su propia grandeza. En el ángulo de la plaza que mira a las casas consulares, se dispuso un arco triunfal de cuatro frentes. Cuatro niños, representando otros tantos jenios, i situados a competente altura en los ángulos del arco, esparcieron flores sobre los héroes triunfantes. Las damas, colocadas en los balcones de todo el tránsito, no olvidaron esta demostracion tan propia de su jenio, i siempre destinada a honrar el mérito de los que viven respetados i queridos de sus compatriotas (5)." Estas manifestaciones de carácter oficial, fueron acompañadas i seguidas de fiestas particulares con que algunos de los mas distinguidos vecinos de la ciudad quisieron obsequiar a San Martin.

En medio de estas espansiones del patriotismo exaltado por la gloria militar, se trataban en los consejos de gobierno los planes de espedi cion al Perú. San Martin, que tenia fijo su pensamiento en esta empresa, no cesaba de representar la urjencia de reunir todos los elementos posibles, i de allanar cualquiera dificultad, para dar cima a la obra de la independencia. Sin embargo, por todas partes se divisaban obstáculos que parecian hacerla irrealizable. La anarquia asomaba en varios puntos de las provincias unidas del Rio de la Plata. Las montoneras de Entre-Rios, de Santa Fé i de Córdoba se hacian mas numerosas i agresivas, i la perturbacion cundia rápidamente dejando prever dias de conflicto i de trastorno de todo el órden público. Pero la estrechez de los recursos para hacer frente a los enormes gastos que iba a exijir aquella empresa, era sin duda el principal obstáculo que se oponia a su realizacion. "Nuestro fondo público está apuradísimo, i

(5) Gaceta de Buenos Aires de 20 de mayo de 1818. El Redactor de sesiones dei congreso nacional publicó en su número 33 otra descripcion de esta fiesta, i en ella insertó el discurso, de ningun valor histórico o literario, que el presidente de esa asamblea, don Matías Patron, dirijió al jeneral San Martin en aquellas circunstancias.

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