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El coronel Moldes administró la provincia con una integridad y pureza dignas de todo elojio. Dejó instituciones, obras de ornato público, y arreglos policiales de grande importancia. Su nombre en Mendoza, se recuerda aun con veneracion y gratitud.

Teniente coronel, don José Bolaño, de Buenos Aires.

Don Alejo Nazarre hijo también de la Capital.— Antes de la revolucion, sirvió un empleo superior en las reales Cajas en Mendoza, casó allí y murió años después.

Coronel don Florencio Terrada

De Buenos Aires.

General don Marcos Balcarce

Aires.

Tambien de Buenos

En San Luis se recibió de primer Teniente-Gobernador, nombrado por el gobierno de la Capital don José Lucas Ortiz, capitan de milicias y vecino de dicha ciudad. Sucediéronle otros hasta la época en que fué mandado de Buenos Aires el teniente coronel de ejército don Vicente Dupuy, hijo de ella, de quien nos ocuparemos en lugar correspondiente.

San Juan, tuvo por primer Teniente-Gobernador al sargento mayor de ejército don Saturnino Saraza, hijo de Buenos Aires, quien fué quitado y sustituido por el de la misma clase don Manuel Corvalan, mendecino, mandado desde la Capital á ese fin. Este cambio parece que lo produjo allí, como en otros pueblos, la modificacion que hubo en el personal del gobierno general, á consecuencia del movimiento del 5 y 6 de abril de 1811.

Por este tiempo moria en Mendoza el teniente general de la real Armada española, ex-gobernador de Montevideo, don Pascual Ruis Huidobro, quien se habia encontrado en el Cabildo abierto de los dias de la revolucion de mayo en Buenos Aires. Dirijíase á Chile con su esposa la señora doña Maria Josefa Morales de los Rios, hija del conde Morales de

los Rios, uno de los jefes de la escuadra española que se batió en el memorable combate de Trafalgar. Fué sepultado en la iglesia de los Padres Agustinos de aquella ciudad. Su viuda residió en Mendoza desde esa época hasta el año de 1837 6 38, que se trasladó á Buenos Aires al lado de su sobrino político el general don José Ruiz Huidobro, falleciendo á los pocos meses de su arribo. La señora de Ruiz Huidobro guardó por muchos años un riguroso luto á su finado esposo, y llevó siempre una vida retirada. Sus relaciones con señoras estaban reducidas á dos en la alta sociedad, pero mantenia la de todos los hombres mas notables. Su ilustracion, su agradable trato, sus costumbres y maneras cultas, el rango social en que supo conservarse con cordura y dignidad al mismo tiempo, aun en medio de su escasa fortuna, captábanle el respeto y aprecio de cuantos frecuentaban su sociedad. El general San Martin distinguió siempre á la señora Ruiz Huidobro con su amistad y las mas caballerosas atenciones.

Despues de dedicar este recuerdo á una matrona tan distinguida en la alta sociedad de la capital de Cuyo, continuaremos narrando los sucesos políticos que se agolpaban y desenvolvian entonces con estrema rapidez. Vamos á transcribir algunos documentos de San Luis, no teniendo hoy á la mano los de Mendoza y San Juan, que nos darian alguna luz sobre la situacion del pais, en la época que describimos.

DAMIAN HUDSON

Concluirá

MEMORIA

SOBRE LA GRAN INVASION INGLESA EN BUENOS AIRES (1)

Aunque se tenian noticias repetidas de que los enemigos habian formado el proyecto de atacarnos, como estas eran tan varias y contradictorias, jamás se les dió asenso, y mucho menos cuando sabiamos que el número de tropas que mantenian en Montevideo no podia ser suficiente para la ejecucion de sus designios; mas, sin embargo, no se descuidaba el gobierno en poner cuantos medios parecían conducentes á la defensa, sin que el vecindario ejecutase gasto ni fatiga alguna. Se avisó de Maldonado que el trece de mayo se habia divisado una escuadra de cuarenta velas que se dirigia en demanda del puerto de Montevideo. Esta noticia dió no poco cuidado: pero viendo que pasaban muchos dias y no entraba en puerto, empezó á dudarse de si seria española, ó acaso la misma division inglesa que pocos dias antes habia

(1) Inédito como la mayor parte de los trabajos de "La Re. vista de Buenos Aires'', el que hoy publicamos no tiene ese solo mérito. Registrada entre otras la excelente 'Complicación de docuraentos relativos" á las dos invasiones inglesas, que publicaron en Montevideo los doctores don Valentin Alsina y don Vicente Fidel López, resulta que nada hemos encontrado en todo lo impreso, de mas interesante sobre esta menografía histórica de tanto precio para Buenos Aires, como el escrito que damos hoy á luz, perteneciente á un hombre eminente como historiador del Rio de la Plata.

salido con prisioneros para Inglaterra, y por último ya nadie pensaba en que existiese semejante escuadra en el rio.

Avivábanse mas y mas las noticias de que los ingleses se aprontaban á atacarnos, hasta que supimos que habían salido de Montevideo en número de 3.800 hombres de línea, que unidos á 1.200 que estaban en la Colonia al mando del coronel Pak componían 5.000 hombres, que con alguna marinería creían suficientes para apoderarse de la plaza: pero lo cierto era que estas tropas debian unirse en la mar con la division del general Cranfurd compuesta de 5.000 hombres de línea; que era la que se habia avistado el 13 de mayo y se mantenia sin tomar puerto.

Unidas las fuerzas enemigas se presentaron á la vista de esta ciudad en número de 110 velas, sin que este espectáculo capaz de imponer á los mas aguerridos soldados causase el menor recelo en estos colonos, á lo que contribuyó mucho la persuacion en que estaban de que no pasarian de 6.000 los enemigos con quien iban á batirse. Se mantuvieron estos dos días anclados entre los Quilmes y Ensenada hasta que el 29 se dirijió toda la escuadra hacia este punto y principió en él su desembarco á las diez de la mañana, y en la tarde de aquel dia se avisó ya habia acampádose en la loma una columna enemiga como de 3000 hombres y que venia saliendo otra para el Bañado: el dia 30 nos avisaron las partidas de observacion que habia acampado en lo de Rodríguez la columna que componía la vanguardia enemiga. En aquella noche se retiraron los cañones y municiones de la bateria de los Quilmes, por lo que estando en tierra los ingleses era perdida: en la tarde del 30 salió la columna del centro al mando del coronel Elio, y compuesta Je los batallones de Galicia, Andalucia, Pardos y Morenos, y dos compañias de miñones con 6 piezas de artilleria de tren volante: esta columna se alojó aquella noche en Barracas. El dia 1o. de julio, avisaron nuestras partidas de descubierta que la columna enemiga marchaba con bastante aceleracion hácia los Quilmes; se tocó generala y salió á

incorporarse con la columna del centro lo restante del ejército y el señor general en gefe, quien supo habia situádose el enemigo á dos leguas.

El día 2 al amanecer, se puso en movimiento nuestro ejército y pasó del otro lado del puente donde se formó en batalla, como á 3 cuadras de él: esta posicion era desventajosa, así porque el lugar es bajo y dominado de una loma, como porque habiendo tan corto espacio desde nuestra línea al puente y riachuelo, en caso de replegarnos, habíamos precisamente de perecer ahogados ó á manos del enemigo: este error es tanto mas remarcable, cuanto teníamos á corta distancia la loma que tomada, no solo nos daba una posicion ventajosa, pero nos facilitaba mucho mas el impedirles el paso para el riachuelo.

Nuestro ejército se componia de ocho mil hombres: mandaba la derecha el cuartel Maestre General don Carlos Balbiani; el centro el coronel don Javier Elio, y la izquierda el mayor general don Bernardo de Velazco, rigiendo el campo de reserva el general en gefe don Santiago Liniers. Las alas y centro estaban protejidoas de más de mil hombres de caballeria, reforzadas aquellas con el cuerpo de reserva que se dividió en dos trozos: nuestra artilleria se componia de 40 piezas de todos calibres, todas muy bien dotadas.

A la diez se avisó que se marchaba el enemigo: el general Liniers retiró las filas y todos manifestaban alegría y braveza: á las 11 se avistó el ejército por la loma, formado en columna; nos pusimos en movimiento y le presentamos la batalla,que rehusó hasta tercera vez, marchando por la diagonal hasta el paso del riachuelo, que llaman en el país paso de la Novia: como tenia la altura lograba mejor camino y mas corto, al paso que nosotros teníamos mas que andar y por malísimos caminos hasta que dimos con unos pantanos impasables: entonces retrocedió nuestro ejército para repasar el puente y salirse por este lado del riachuelo á impedir el paso al enemigo: pero haciendo éste sabiamente una

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