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mentaria por cuantos puntos pudo: mas como habia hecho ya lo mismo por tres veces, y aprovechándose de nuestra buena fé para matar varios soldados, el primer edecan del señor general y un teniente de Cantabros, sin haber reparado tampoco en hacer una descarga á metralla y fusileria sobre nuestra tropa, y un capitan del mismo tercio al tiempo que estaban conferenciando, no querian cesar de hacer fuego por mas que los oficiales se lo pedian, hasta que presentándose el coronel don Javier de Elio mandó cesar, y entonces trató con el general enemigo las condiciones de su rendicion, que la verificó á discrecion á las cuatro y media de la tarde, solo la seguridad de la persona del coronel Dionisic Pak que pedida se le otorgó, quedando prisioneros el dicho general, varios coroneles, muchos oficiales de graduacion y 965 soldados, con lo que acabó de ser derrotado el ejército enemigo, despues de haber batido el tercio de Cantabros por el espacio de diez horas y media consecutivas.

A las 6 de la tarde tenían los enemigos 7.000 hombres perdidos, á saber: más de 2.000 prisioneros, 2.000 muertos, otros tantos heridos y los restantes dispersos, que fueron reuniéndose posteriormente; entre los muertos se contaban más de 100 oficiales y prisioneros 156.

Ignorando el general en gefe Witheloke, que habia quedado fuera de la plaza, el resultado del ataque en toda su estension, y considerándose dueño del Retiro, Mataderos, Residencia, Catalinas y Santo Domingo, se creyó bastante fuerte para intimar la rendicion por segunda vez en la mañana del 6, á que contestó el señor Liniers, que él se hallaba en estado de intimarle la rendicion, y que si no lo verificaba, seria pasado á cuchillo el resto de su ejército: entonces se informó el oficial parlamentario de nuestras ventajas: fué introducido. en la sala del fuerte, y vió todos los oficiales que teníamos prisioneros, pareciéndole sueño lo mismo que observaba, y de resultas se abrieron los tratados, enviando el general inglés al mayor general Gorcer con plenos poderes para tratar. A las 4 de la tarde se publicó el armisticio, y cesaron las hos

tilidades en todas las líneas. El dia 7 á las 12 del dia, se firmaron por los generales los tratados, á que siguió una salva de fusileria y un repique general de campanas.

La pérdida por nuestra parte se gradúa de 80 hombres muertos y heridos de los cuales escapan pocos.

Los que se han batido con el enemigo no llegan á 3,000 hombres, pues este ha sido derrotado en las primeras cuadras, quedando ociosa la fusileria del interior y toda la que estaba en las calles del Cabildo y de las Torres, por donde no acometieron.

El ejército enemigo se componía de 10,100 hombres, dividido en 5 brigadas, la 1.a al mando del general Crawford, compuesta de 1,700 hombres, la 2.a al del general Auchmuty de 2,550, la 3.a del general Lapley de 2,000, la 4.a del coronel Mahony Buyade de 1,650, la 5.a del coronel Cranfurd de 1,900. Toda esta tropa era la mejor que habia en Inglaterra. Los generales Witheloke, Cranford y Auchmuty, los mas acreditados, el coronel Pak de grandes conocimientos militares, y con vastas ideas de este suelo, como que le habia observado prevenidamente por mucho tiempo; los coroneles Trioter, Quinton, y generalmente toda la oficialidad han admirado por su estraordinario arrojo é intrepidez, y son acreedores al respeto de todos los militares.

Todas estas circunstancias hacen seguramente mas gloriosa la victoria, pues el número y la calidad de los combatientes españoles, no tenia proporcion á el de sus enemigos, Estos se verán precisados á confesar delante del mundo entero, que los españoles en la América son tan valientes como en Europa, y que siempre es falso que un español no baste para tres ingleses, como lo aseguraron con arrogancia en sus gacetas.

Buenos Aires, 1807

PEDRO ANDRES GARCIA

NOTICIAS HISTORICAS

SOBRE LA FUNDACION Y EDIFICACION DEL CONVENTO DE

MONJAS CATALINAS EN BUENOS AIRES

SUMARIO El doctor don Dionicio de Torres Briceño, fundadorObligación contraida por este-Real cédula de 27 de octubre de 1717-Real cédula de 29 de julio de 1718-Principia la edificacion con arreglo al plano del jesuita Blanqui-Sitio y detalles de esta obra-Muerte de Briceño-Paralizacion de ella-Conti_ nuacion de esta en el gobierno de brigadier don Miguel de Salcedo Remate de su "construccion" por don Juan de Narbona Contrato celebrado por este-Compra del terreno en que hoy está situado el monasterio, en 23 de diciembre de 1737Abandono de la obra anteriormente empezada-Muerte de Narbona-Nuevo contrato celebrado po rsus herederos doña Teresa de Robles y don Francisco Martin Camacho-Llegada de las monjas fundadoras, detalles sobre el viaje y condiciones de las monjas-Real cédula de 4 de noviembre de 1747-Instalacion solemne de las monjas el 21 de diciembre de 1745-Acta de fundacion-Denuncia de don Vicente Moron con motivo de la providencia de 5 de diciembre de 1742 y real cédula de 26 de abril de 1751-Recursos y pleitos de los herederos de NarbonaResolucion de ese incidente fecha 11 de setiembre de 1753. Situacion económica del monasterio y pobreza de las monjasRelacion cronológica de todas las relijiosas desde las fundadoras hasta nuestros dias-Noticias tradicionales sobre los síndicos que ha tenido el convento.

No nos proponemos escribir la historia de la órden monástica de Santa Catalina de Sena en esta ciudad, ni emitir juicio sobre ella, vamos simplemente á hacer la crónica

del origen de este convento y de su edificacion, respetando, como respetamos, la vocacion de esas santas mujeres, que se aislan del mundo para vivir la vida contemplativa de adorar á Dios sobre todas las cosas. No vamos pues á juzgar esa institucion ni á la luz de los principios ni bajo su aspecto religioso, simples cronistas, otro es nuestro rol y nuestro propósito. Hacemos esta franca declaracion porque no emitiremos juicio alguno sobre la institucion misma, y lo hacemos así respetando la fé de esas vírjenes.

I.

El doctor don Dionicio de Torres Briceño, oriundo de esta ciudad, é hijo lejítimo del capitan don Luis de Torres Briceño, era prebendado de la metropolitana de Charcas, sacerdote ejemplar por sus virtudes, muy acaudalado, y caballero del hábito de Santiago, etc. y pasó á España para solicitar de Su Majestad, de quien era predicador, permiso para fundar en esta ciudad un monasterio de monjas, pues muchas mujeres virtuosas, esponía, vivian segregadas del mundo y encerradas en una casa; pero sin las ventajas y beneficios de un convento bien establecido. En aquella época el convento de monjas mas próximo á esta ciudad estaba en Córdoba, y esto dificultaba que pudieran profesar en él las que por vocacion abandonaban el mundo para vivir en perpétua oracion y recojimiento. Varias y repetidas tentativas se habian hecho con este mismo fin; pero todas habian escollado en la falta de fondos para la fábrica material del edificio y para la mantencion de las religiosas.

El doctor Briceño prometió entonces fundar y dar terminado un convento de Agustinas como las de Chuquisaca ó de Domínicas como las de la ciudad de Córdoba, que sirviese hasta para cuarenta monjas, costeado con sus fondos y congrua para el capellan y religiosas, garantida esta en buenas propiedades. La oferta era ámplia, sin restriccion y he

cha por una persona de caudal, moralidad é influencia; el permiso le fué otorgado por el rey.

En efecto, la real cédula de 27 de octubre de 1717, espedida en San Lorenzo y refrendada por don Francisco de Arana, concedió el permiso en los términos que lo solicitó Briceño para que fundase un monasterio de religiosas bajo la advocacion de Santa Mónica ó Santa Catalina, á su eleccion, con la espresa reserva que en ningun caso escedan el número de cuarenta religiosas.

Además de esta restriccion, la real cédula estatuye que, con licencia del ordinario pueden entrar en dicho convento algunas niñas para ser educadas, ó algunas mujeres que deseen ó necesiten de recojimiento para que de este modo, agrega, puedan lograr su vocacion las mujeres virtuosas, doctrinarse en virtud las huérfanas hasta tomar estado y refugiarse las desvalidas.

Empero estas cláusulas no se han llenado, y recordamos sobre el particular la opinion muy respetable del reverendo. obispo de Córdoba Moscoso, en su informe al rey, que dice hablando de las monjas cordobesas: "Aunque la práctica de admitir en los monasterios niñas educandas, es muy antigua. en la Iglesia, como lo hace ver el Papa Benedicto XIV en la instruccion 29, no puede dejar de ser muy perturvativa del buen órden, si no se ejecuta con prudencia. Dictale esta que viviesen en habitacion separada de la comunidad, y á la direccion de una maestra, que presidiese á la enseñanza. La falta de este arreglo es una de las causas que han influído no poco en la inobservancia de las instituciones de este monasterio. Puestas las niñas que han entrado al cuidado de religiosas particulares, han sido ocasion de que se distraigan sus atenciones, y se altere mas de una vez la tranquilidad de los ánimos." (1)

El rey concedió el patronato del convento, como lo so

(1) Este informe ha sido publicado en "La Biblioteca de la Revista de Buenos Aires".

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