Imágenes de páginas
PDF
EPUB

ñor D. Fr. Antonio González de Acuña, y después lo acabó y puso en perfección el Ilmo. Sr. Obispo D. Diego de Baños, tío del autor: su fábrica es de alto, con viviendas muy desahogadas y clases muy capaces para la lección de cinco cátedras que en él se cursan, las dos de Teología, una de Filosofía y dos de Gramática, donde cultivados los ingenios, como por naturaleza son claros y agudos, se crían sujetos muy cabales, así en lo escolástico y moral como en lo expositivo.

Pero la joya más preciosa que adorna esta ciudad y de que puede vanagloriarse con razón teniéndola por prenda de su mayor felicidad, es el convento de monjas de la Concepción, verjel de perfecciones y cigarral de virtudes: no hay cosa en él que no sea santidad, y todo exhala fragancia de cielo; dotáronlo, aplicando todas sus haciendas para su fábrica y congrua, D." Juana de Villela, natural de Palos en el condado de Niebla, viuda del capitán Lorenzo Martínez, natural de Villacastín, vecino encomendero que fué de esta ciudad, y D. Mariana de Villela, su hija, viuda del regidor Bartolomé de Masabel, el año de 617, aunque por los accidentes que referimos en llegando el año de su fundación, se dilató ésta hasta el de 637, en que siendo su primera abadesa D. Isabel de Tiedra (que de religiosa del convento de Santa Clara de la ciudad de Santo Domingo vino por maestra y hortelana de este nuevo plantel), víspera de la Concepción les puso la clausura el Sr. Obispo D. Juan López Aburto de la Mata, dando el hábito á las primeras azucenas que se consagraron á Dios en su recogimiento; éstas fueron: D. Mariana de Villela, su fundadora, y como tal, por nombramiento suyo D.a Francisca Villela, D." Ana Villela, doña María Villela, D. María de Ponte, D. Juana de Ponte, D. Lucía de Ponte (sobrinas suyas), D. María de Urquijo, D. Inés de Villavicencio y D. Elvira de Villavicencio; mantienen al presente sesenta y dos ángeles en otras tantas religiosas de velo negro, que en continuas vigilias y mortificaciones viven tan en Dios y ajenas de lo que es el mundo, que á cualquiera hora de la noche que se pasa por las puer

tas de su iglesia se oyen los ecos de sus ásperas penitencias y los tiernos suspiros con que claman al cielo desde el coro. Además de los templos referidos tiene esta ciudad dos ermitas: la que comúnmente llaman San Mauricio, aunque su advocación legítima es de San Sebastián, la edificó Losada luego que pobló esta ciudad, en cumplimiento del voto que hizo al Santo Mártir estando en la villa Rica, cuando venía á su conquista, escogiéndolo por patrono contra el veneno de las flechas; después, el año de 574, padeciendo esta ciudad una cruel plaga de langosta, escogió por abogado contra su voracidad á San Mauricio, y le edificó una iglesia, la cual el año de 579 se quemó por un descuido, y habiendo por esta causa (en ínterin que se reparaba el templo) colocado á San Mauricio en la iglesia de San Sebastián, perdió su advocación legítima llamándola el pueblo desde entonces (sin razón) San Mauricio.

De esta iglesia hizo donación la ciudad, en el cabildo celebrado á 30 de junio del año de 608, á la religión de Santo Domingo, á pedimento de su Provincial Fr. Jacinto de Saona, para que mudase á ella el convento de su Orden, y por haber los religiosos variado de dictamen no tuvo efecto la donación; después, el año de 667, en cabildo celebrado á 14 de marzo, se les concedió á los negros hermanos de la cofradía de San Juan Bautista (que cuidan de ella al presente con mucha asistencia y devoción), reservando la ciudad en sí el patronato de ella, y con calidad que mantuviese la advocación de San Sebastián y San Mauricio, y quedasen colocados los dos gloriosos mártires en el altar mayor, como tutelares y dueños de la iglesia: asiste á ella todos los años el Cabildo el día 22 de setiembre á celebrar fiesta á San Mauricio.

La de Santa Rosalía de Palermo edificó el Ilustrísimo Sr. Obispo D. Diego de Baños y Sotomayor, señalando por patrona con día colendo á esta peregrina ermitaña el año de 696, para que en las circunstancias de esta demostración quedase vinculada la gratitud de esta ciudad al favor que recibió de su amparo, librándose por su intercesión de una

cruel peste de vómitos negros que padeció diez y seis meses continuos: celébrasele fiesta todos los años en la catedral el día 4 de setiembre, que dejó dotada su ilustrísimo fundador, de cuya pía memoria y de las demás que instituyó aquel Prelado venerable es patrono el autor de esta historia, como sobrino suyo.

CAPÍTULO VIII.;

Continúase la materia del pasado: viene Juan de Salas de la Margarita en ayuda de Losada, y saquean los ingleses la ciudad de Coro.

Gobiernase en lo temporal la ciudad de Caracas por un gobernador y capitán general que lo es de toda la provincia, nombrado por el Rey por tiempo de cinco años, que juntamente goza la administración del patronato real, y en virtud de ella presenta todos los curatos y beneficios del obispado, siendo el que tiene el primer lugar de crédito y conveniencias entre todos los gobiernos de las Indias: para la distribución ordinaria de justicia tiene dos alcaldes, que elige todos los años el Cabildo, los cuales, por merced concedida por la majestad del Sr. D. Carlos II en Madrid á 18 de setiembre del año de 676, gozan el singular y honroso privilegio de gobernar por sí toda la provincia y ejercer la capitanía general de ella siempre que por cualquier accidente hubiere vacante en el gobierno, hasta tanto que Su Majestad la provea en propiedad, sin que la Audiencia ni el Presidente de Santo Domingo puedan nombrar gobernador interino en ningún caso ni con ningún pretexto: su Cabildo se compone de doce regimientos, fuera de los cuatro oficios principales de alférez mayor, alguacil mayor, provincial de la hermandad y depositario general, empleos

que siempre ocupan los caballeros más ilustres de la república, autorizando con su nobleza y respeto los actos pú. blicos que son propios de ciudad. Esta tiene por armas en campo de plata un león de color pardo, puesto en pie, teniendo entre los brazos una venera de oro con la cruz roja de Santiago, y por timbre un coronel de cinco puntas de oro; concedióselas el Sr. D. Felipe II por su Real cédula despachada en San Lorenzo á 4 de setiembre del año de 591 á pedimento de Simón de Bolivar, procurador general de esta ciudad en corte, y el primer regidor perpetuo

de ella.

Su comarca, fértil y abundante de cuanto se puede apetecer para el regalo, produce excelentes verduras de cuantas especies hay con abundancia, y todo el año frutas, cuantas conoce por naturales suyas la América, y muchas que ha trasplantado la curiosidad desde la Europa, granadas excelentes, sazonados membrillos, manzanas, higos, uvas, limas, limones, melones y sandías, tan perfectas todas en el gusto como si no tuvieran nada de extranjeras, pues la sazona el terreno como si fueran propias: lábrase azúcar mucha y de buen temple, de que se hacen exquisitas y regaladas conservas; sus cosechas rinden á centenares por fanegas; sus pastos multiplican á millares los ganados, y añadiendo á las excelencias referidas la frecuencia de su trato, la continuación de su comercio con la Nueva España, islas de Canaria y de Barlovento y otras partes, para donde se trafican porciones considerables de cacao, tabaco, corambre, brasilete y otras mercaderías, son partes que constituyen un todo para hacer celebrada esta ciudad, y una de las mejores entre las que componen el dilatado imperio de la América.

Pocos días después de haber poblado Losada llegó de la isla Margarita el capitán Juan de Salas, en cumplimiento de lo que habían capitulado los dos en el Tocuyo, pues aunque por algunos accidentes que lo retardaron no pudo concurrir al tiempo determinado para hallarse en la primera entrada, no quiso dejar de cumplir lo prometido, conociendo que su

« AnteriorContinuar »