vo de la Santa Iglesia que versan en su mayor parte sobre siglos anteriores á la conquista de Lérida, desde donde empieza la historia del presente tomo, y pueden llamarse con mas razon disciplina general del Occidente. Por eso nosotros con mejor acuerdo, á nuestro parecer, presentamos el extracto de los Sínodos diocesanos celebrados desde 1240 hasta entrado el siglo XV, todos inéditos, los cuales ofrecen la disciplina peculiar de nuestra Iglesia. Añadimos despues lo relativo á las reliquias de la Catedral y á los Santos del obispado, no porque haya ninguno nacido ó muerto en esta diócesis en la época que abraza nuestro tomo, sino porque insertamos las memorias de algunos que no acostumbra á dejar en olvido la España Sagrada. El capítulo de las Colegiatas está formado con presencia de las Colecciones de Abad y Lasierra, y de Traggia, que reconociendo aquellos archivos en dias mas felices, depositaron sus trabajos en nuestra Academia. Por último, hablamos de los Monasterios, Conventos, Seminario conciliar y antigua Universidad. Los Episcopologios inéditos que continuamente citamos son los siguientes: 1. el antiguo, escrito en latin hacia el año 1580, cuyo autor se ignora: 2. el que se formó en seguida para corregir las faltas del anterior y que se imprimió en las Sinodales del Obispo Virgilio con algunas alteraciones: 3. el del canónigo Finestres, hermano del jurisconsulto del mismo nombre, escrito á mediados del siglo pasado, que adicionó el canónigo Barnola; y 4.° el que compuso poco despues el docto y laborioso Premonstratense Don Jaime Caresmar, cuya muerte acaeció en 1. de setiembre de 1791. Como no hemos visto ninguno de ellos nos remitimos para citarlos á los apuntes del Maestro Canal, que á toda su satisfaccion los disfrutó. Y para citar el códice de los Apuntamientos mss. de la Ciudad, que tampoco hemos visto, como se dijo arriba, nos remitimos á un extracto, sacado al parecer del que hizo al visitar este archivo antes de la guerra de la Independencia el P. Fr. Jaime Villanueva, tan ventajosamente conocido por su su Viage literario. Y persuadidos de que aquello tendrá mérito en el presente tomo que no sea de nuestra propia cosecha, concluimos con un copioso Apéndice de documentos TOMO XLVII. 2 inéditos, á excepcion del segundo, aunque bien puede reputarse tal por su rareza; advirtiendo que a trueque de no hacerle demasiadamente voluminoso, reservamos para el Apéndice del siguiente los Concilios de Lérida, donde tendrán mejor cabida por sa menor volúmen. A todo esto acompaña el mapa del obispado, cuya copia permitió sacar, en cuanto se le suplicó, su dignisimo Obispo, mejorándole considerablemente y grabándole bajo la direccion del Excmo. Sr. Ingeniero general Don Antonio Remon Zarco del Valle, por el Capitan del cuerpo el Teniente Coronel Don Francisco Coello, quedando la Academia en la obligacion de hacer pública la notoria actividad del primero la acreditada pericia del segundo. Tambien lo está la del litógrafo Don Federico Kraus, cuyo es el fac-simile del Sacramentario de Roda que acompaña al documento núm. LV del Apéndice. La falta de recursos que ordinariamente padece la Academia hubiera detenido la impresion del tomo, si no hubiera aplicado pronto remedio el Excmo. Sr. Don Manuel Lopez Santaella, Comisario ral de Cruzada, que con mano generosa ha sufragado para todos los gastos, ofreciendo à la república de las letras una prueba nada equivoca de su ilustrada beneficencia. gene Tal es en suma la historia de la España Sagrada en su actual periodo, y tal tambien la del tomo que ponemos en manos del público, prometiéndonos su indulgencia, á ejemplo de nuestros antecesores, quamvis distamus ab illis. Seguimosle tambien en asegurar nuestra entera disposicion para recibir con sincera gratitud las advertencias que se nos hagan, y aprovecharnos de ellas, corrigiendo en el tomo siguiente los verros que haya mos cometido en el actual. Y nos preparamos para emprender un nuevo viage con el favor de Dios à la diocesis de Barbastro, cuya historia por sus circunstancias particulares viene à ser como un apéndice de la historia de la Santa Iglesia de Lérida. ADVERTENCIA. Concluida la impresion de este tomo hemos encontrado un Obispo electo de Lérida, que debe colocarse en la página 109, entre Don Pedro Anton y Serra y Don Fray Antonio Perez. Su artículo es el siguiente: FRAY PEDRO JOVER, ELECTO En 1632. Al Padre Fray Jaime Coll (1) debemos la noticia del Padre Fray Pedro Jover, Obispo electo de Lérida. Fué natural de Bellpuig, y tomó el hábito franciscano en el convento de Barcelona. Fué sugeto doctísimo, y sus muchas letras, unidas á su virtud y destreza en el gobierno, le condujeron á los primeros cargos de su religion. Fué Definidor general, Ministro provincial de Cataluña y Procurador general de toda la (1) Chrónica seráfica de la santa provincia de Cathaluña, lib. 3, cap. 31, ˆnúmero 540. órden en la córte Romana. Por muerte del General, acaecida en 1651, fué electo Vicario general, y un año despues se le presentó para la mitra de Lérida; però la muerte impidió que se consagrase, porque acabó sus dias en el mismo, segun Ripoll (1). El tiempo que media desde 15 de febrero de 1632 en que falleció el Obispo Anton y Serra, hasta 21 de febrero del año siguiente en que se expidió la bula de confirmacion de Don Fray Antonio Perez, da lugar á que coloquemos holgadamente la presentacion y fallecimiento de Fray Pedro Jover. (1) Documentos inéditos con que puede ilustrarse la historia del monasterio de Santo Tomas de Riudeperas, junto á la ciudad de Vich. DE LA VIDA LITERARIA DEL MAESTRO FRAY JOSÉ DE LA CANAL. DE LA ORDEN DE SAN AGUSTIN, DIRECTOR DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA Y Cuando á fines de 1830 el P. Maestro Fr. José de la Canal leia en este mismo sitio el Ensayo histórico de la vida literaria del Maestro Fr. Antolin Merino, estábamos bien lejos de creer que andando el tiempo habiamos de prestarle igual obsequio: el obsequio que reclaman sus letras y sus virtudes. Vestia entonces Canal el hábito de S. Agustin, y dedicado á la continuacion de la España Sagrada debia prometerse que otro religioso de su órden cumpliese con aquella obligacion en esta obra de constante nombradia. Pero las circunstancias variaron enteramente; Canal dejó el retiro de su celda: metióse de nuevo en el bullicio del mundo á que habia renunciado por la profesion religiosa apareció en nuestro seno en traje de clérigo seglar; y la Academia, comisionada por S. M. para continuar la España Sagrada, ha cargado tácitamente con la obligacion de pagarle este tributo. A esto se junta tambien otro título mas sagrado todavia, porque muerto su Director el Excmo. Señor Don Martin Fernandez de Navarrete, le dió la posesión de su primera silla, á pesar de su modesta resistencia: y no por cierto para honrar aquellas venerables canas, que no necesitaban para ello de extrañas distinciones, sino para honrarse á sí misma, poniéndose bajo la direccion de tan acreditado y respetable Presidente. : La humildad, que constantemente halló grata acogida en el : |