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tas quizo dejar una inscripcion, para lo cual mandó un esquife que pronto se perdió en medio de una borrasca que sobrevino. Despues de este accidente regresó al norte, reuniéndose a Vea el 6 de marzo de 1676, y emprendiendo juntos la vuelta al Perú. Llegaron al Callao el 19 de abril con la buena nueva de que no existian los piratas en el sur, lo cual fué mui celebrado en Lima.

El señor Barros Arana da cuenta en su Historia Jeneral de Chile que en los archivos españoles ha encontrado un grueso enaderno suscrito por el capitan don Antonio de Vea, que lleva el título siguiente: Relacion diaria del viaje que hizo a las costas del Estrecho de Magallanes, con recelo de enemigos, saliendo del puerto del Callao a 21 de setiembre de 1675, dirijida al Presidente del Consejo de Indios y dedicada al virrei del Perú. El ex-Director de la Oficina Hidrográfica y distinguido marino, don Francisco Vidal Gormaz, obtuvo en Madrid una copia íntegra de este viaje, que aun permanece inédita

Otras espediciones. -El padre Mascardi.
(1577-1703).

Para completar esta noticia de las espediciones a la rejion austral, ya sea en sus costas, ya sea en sus islas mas cercanas o en el continente, cabe recordar aquí otras espediciones enviadas por los gobernadores de Chile, organizadas por los particulares o por los jesuitas.

Se sabe que desde 1577 se organizaron espediciones en Valdivia para ir a buscar la fabulosa ciudad de los Césares.

Posteriormente, el capitan Juan Velasquez Aleman, gran piloto, entró por un rio candaloso de la costa y llegó a una laguna situada en los 48°, que le pareció era la de los Césares.

El gobernador don Juan Verdugo envió mas tarde otra espedicion, con el objeto de esplorar la rejion austral, sin obtener resultado alguno.

Esta última espedicion determinó al padre jesuita, Nicolas Mascardi, a proyectar un viaje a la Patagonia con el fin de hallar las poblaciones que se suponian fundadas por los españoles náufragos de las primeras espediciones al estrecho de Magallanes, o por los restos de la espedicion de Sarmiento, y sobre las cuales circulaban los cuentos mas fantásticos.

Los viajes y esploraciones del padre Mascardi, dice el señor Barros Arana en una nota a la historia del padre Rosales, tal como se encuentran consignados en los historiadores de la compañia, y particularmente en la historia indicada, tienen algo de prodijioso.

En 1667 habia hecho una espedicion preliminar al otro lado de los Andes, y marchando hacia el sur, llegó hasta las orillas de una gran laguna situada en el centro de la Patagonia a los 46° de latitud.

El padre Mascardi hizo sus viajes desde 1670 hasta 1673, aunque sobre este punto hai alguna discrepancia en las fechas. Despues de haber instalado su mision en las orillas del lago de Nahuelhuapi, recorrió en 1670 la falda oriental de la cadena de los Andes hasta el estrecho de Magallanes. Al año siguiente, 1671, recorrió los mismos terrenos, y atravesando la cordillera mui al sur, volvió a las costas del Pacífico. En 1672 fué de Nahuelhuapi hasta el Atlántico, mui cerca del cabo de las Vírjenes, en la boca oriental del estrecho, baustizando en su espedicion. Su cuarto y último viaje fué del año 1673. Saliendo de su mision, siempre en busca de la ciudad de los Césares, dirijió su rumbo por el medio de la Patagonia para llegar al centro del estrecho, sin lograr el éxito de sus afanes, pues jamas pudo hallar su fabulosa poblacion.

El padre Mascardi pereció a manos de los indios en febrero de 1673, segun los datos mas prolijos, dejando las noticias mas contradictorias sobre sus viajes. Por esto mismo, los pocos antecedentes jeográficos recojidos, no añadieron a los conocimientos de la rejion nada de notable.

Don Miguel Luis Amunátegui ha aprovechado en su obra sobre La cuestion de limites (con la República Arjentina), las cartas del padre Mascardi consignadas en la Conguista espiritual del reino de Chile por el padre Rosales.

Mas tarde, en 1703, el padre de la Laguna, ayudado por el padre Guillermo, ambos jesuitas, pretendieron fundar otra mision en Nahuel huapi, y tambien fracasaron, no dejando huellas mayores de sus esploraciones, como puede verse en la Historia de los jesuitas en Chile por el padre Miguel de Olivares. «Los jesuitas hallaron caminos desconocidos, visitaron una comar

ca absolutamente inesplorada, y, sin duda, adquirieron sobre ella noticias que habria convenido conservar; pero el abandono de la mision hizo que se descuidaran esas noticias, y los cronistas que nos han referido esos sucesos, solo nos han dejado relaciones mas o menos vagas bajo el aspecto jeográfico, insuficientes para darnos una idea cabal de ese pais». El padre Guillermo escribió una vida del padre de la Laguna, que quizás se perdió sin publicarse. Solo se tiene noticia de esos viajes por los datos algo confusos consignados por el padre Olivares en su recordada historia.

CAPÍTULO IX

Filibusteros, corsarios y contrabandistas

La campaña de Anson

Oríjen de los filibusteros.-Sus campañas en el Pacífico.-Bartolomé Sharp. -Cook y Davis.-Espedicion de Juan Strong.-El corsario Guillermo Dampier.—Woodes Rogers.---Espedicion de Juan Clipperton y Jorje Shelvocke.-Paralizacion de los viajes de los ingleses al mar del sur.Vuelta de los holandeses al Pacífico.---Espedicion de Jacob Roggeween.---Naves contrabandistas.-Los buques de «Rejistro».-La Campaña de Anson en el Pacífico.-Espedicion de Pizarro.-Don Jorje Juan y don Antonio de Ulloa.

La terrible asociacion de aventureros de todas nacionalidades (1), especialmente ingleses, que se unieron con el objeto de fomentar el contrabando y evitar así las trabas impuestas a los estrajeros que negociaban en las colonias españolas, sobre todo en las Antillas, ejerció una influencia considerable en el comercio del Nuevo Mundo. Esos aventureros se daban el nombre de freebooters, o traficantes libres, de donde los franceses formaron la palabra filibustiers o filibusteros, en castellano. Otros los llamaban bucaneros, cuyo significado es, república flo

tante.

Estos piratas, saliendo del mar de las Antillas, estendieron luego sus correrías al Pacífico y mares del sur, sin allegar mayores esploraciones al conocimiento de la jeografía, pero reanudando los viajes de los estranjeros en estas costas, que durante el decenio de 1670 a 1680 no fueron visitadas por ninguna nave de otro pais (2).

Nos ocuparemos tan solo de aquellas espediciones mas calificadas y que se refieren principalmente al pasaje por el estrecho de Magallanes o por el Cabo de Hornos y estrecho de Le Maire.

(1) Para estractar este capítulo nos hemos servido principalmente de la Historia Jeneral de Chile por don Diego Barros Arana.

(2) Seixas y Lobera, en su Descripcion jeográfica y derrotero de la rejion austral magallánica (Madrid, 1690), dice que en ese periodo entraron al Pacífico algunas naves inglesas y holandesas; mas, esto no está probado,

XXIII Espedicion, de Bartomé Sharp
(1680-1681)

Con esta espedicion se inicia la primera campaña de los filibusteros en el Pacífico.

En 1680 se reunieron en las islas de San Blas, costa de Darien, siete buques filibusteros tripulados por 366 hombres. Casi la totalidad de éstos desembarcaron en la costa vecina a la isla del Oro, el 5 de abril de aquel año, dejando 35 al cuidado de las embarcaciones. Los espedionarios venian al mando de Bartolomé Sharp, quien buscó 600 indios auxiliares. El 19 del mismo mes llegaron al Pacífico, se apoderaron en la costa de dos buques pequeños pertenecientes a españoles, atacaron a Panamá, y siguieron al Perú y Chile.

El 7 de diciembre de 1680 llegaron los espedicionarios a la isla de Juan Fernandez, despues de cometer en las costas todo jénero de tropelías.

Sharp y algunos de sus allegados pretendieron volver a las Antillas por el estrecho de Magallanes, para dar así la vuelta a la América Meridional y continuar en ella sus correrías; pero la mayoria se opuso a este designio y obligó a Sharp a volver al norte. Así se hizo, en efecto, continuando los filibusteros sus asaltos a los puertos y buques españoles.

Despues de recorrer la costa norte hasta el Perú, volvió a intentar Sharp el propósito de dar la vuelta por el estrecho de Magallanes. Esta vez tuvo mejor éxito, pues obtuvo el beneplácito de sus compañeros. En agosto de 1681 dieron la vela hácia el sur.

Un mes mas tarde, se hallaban los filibusteros en la boca occidental del estrecho, en medio de un laberinto de islas y canales que los historiadores de la espedicion (3), han descrito confusamente. Las noticias que dan de esas islas y canales son tau imperfectas, que es casi imposible seguir por ellas su itinerario. Sus mapas mismos no bastan para dar una idea del viaje, porque carecen de todas las indicaciones necesarias para hacer conocer la situacion y las demas condiciones jeográficas de aquellas islas y canales. Ringrose, cuya relacion es mas noti

(3) Sharp y Ringrose.

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