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quedará cerrada, a lo ménos, diez dias antes de aquel en que esas leyes hayan de comenzar a rejir, salvo que la Cámara, en sesion anterior, acuerde continuar o aplazar la discusion.

Cuando los proyectos indicados hubieren tenido orijen en la Cámara de Diputados, el Senado no será obligado, en ningun caso, a pronunciarse sobre ellos sino ocho dias despues de haberlos recibido.

La lei de contribuciones, una vez llegada al Senado, será puesta en primer lugar en la tabla, con preferencia a cualquier otro proyecto.

En cuanto al proyecto de lei de presupuestos, si éste hubiese sido presentado al Senado ántes del 15 de Junio, i hubiese estado en tabla a lo ménos durante treinta dias, o discutido en quince sesiones a lo ménos, i ademas convocado el Congreso a funcionar en sesiones estraordinarias ántes del 15 de Octubre, el debate sobre él quedará cerrado el 15 de Noviembre, salvo que haya acuerdo contrario celebrado en sesion anterior.

Pero si este proyecto hubiese tenido orijen en la Cámara de Diputados, el Senado deberá pronunciarse sobre él, a mas tardar, treinta dias despues de haberlo recibido, debiendo ponerse en tabla con preferencia.

Art. 91. Las diferentes lecturas i discusiones de un mismo proyecto podrán tener lugar en una sola sesion, cuando la Cámara así lo acordare, atendida la urjencia del asunto.

Art. 99. La discusion de un proyecto no terminada en una lejislatura, podrá continuar en la siguiente.>>

Ahora conviene hacer el exámen de las lejislaturas estranjeras.

En FRANCIA, la discusion jeneral de un proyecto en la Cámara de Diputados es seguida inmediatamente del paso a la discusion particular; esta consulta es obligatoria en la primera deliberacion como en caso de discusion única, con o sin urjencia. Ella no tiene lugar en la segunda deliberacion; aun cuando la discusion jeneral estuviera reservada para esa segunda deliberacion.

El Senado pasa de pleno derecho a la discusion particular, pero debe ser consultado en los casos de discusion única, con o sin urjencia.

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Resulta del procedimiento seguido por la Cámara de Diputados en la sesion de Noviembre 7 de 1892 que, si la Comision de presupuestos propone examinar aparte diversos artículos de la lei de finanzas que tratan de una cuestion especial, como la reforma del impuesto sobre las bebidas, hai lugar a someter a la formalidad de un voto sobre el paso a la discusion particular, esa parte de la lei de finanzas.

No se concede la palabra sobre el paso a la discusion particular, por la razon que, la discusion jeneral, trata precisamente de saber si la Cámara pasará a ella. Acordar la palabra seria abrir de nuevo el debate.

Cuando la Cámara ha ordenado la urjencia i la discu sion inmediata de cuatro proposiciones que tienen el mismo objeto, la amnistia, por ejemplo, pero redactadas en términos diferentes, el Presidente debe hacer votar en conjunto el paso a la discusion particular de las cuatro proposiciones; de otro modo una de ellas podria encontrarse separada sin haber sido examinada en sus detalles.

Este caso es bien distinto de aquel en que diversas proposiciones, que tienen el mismo objeto, han sido examinadas por una sola Comision, puesto que no hai en la especie conclusiones que puedan formar el fondo del debate,

La negativa hecha por la Asamblea para pasar a la discusion particular, envuelve el rechazo definitivo del proyecto; despues de ese rechazo todas las enmiendas que se relacionan con el proyecto caen con el proyecto. mismo, no hai lugar para ninguna cuestion subsidiaria, i nadie puede tomar la palabra sino para hacer nuevas proposiciones. Ninguna enmienda, aunque tuviera el carácter de contra-proyecto, puede ser enviada a Comision antes de votar la discusion particular.

En los demas Parlamentos, los procedimientos sobre este punto, son mas o ménos semejantes.

CAPITULO LVI

Discusion de los artículos i enmiendas

Cuando la Asamblea, dice el tratadista frances, ha ordenado la discusion particular, se procede a la discusion de los artículos i enmiendas que a él se ligan. En cuanto a los proyectos sometidos a dos discusiones, ésta tiene lugar dos veces; para los proyectos dispensados de dos lecturas una sola vez.

La deliberacion se abre sobre cada artículo despues de la lectura dada por el Presidente; no podria comenzar ántes bajo pena de confusion; es necesario que el Presidente, único director del debate, advierta a la Cámara el punto preciso sobre que van a rodar los discursos i los votos.

En la segunda deliberacion es permitido al Presidente no leer, i no poner en votacion los artículos que no han sido modificados por la Comision que no han sido discutidos, i sobre los que no hai enmiendas; pero, desde que un articulo ha sido combatido, debe ser sometido al voto de la Cámara aun cuando no se hubiera propuesto enmienda alguna a su texto. El Presidente tiene tambien el derecho de no dar lectura en un proyecto ya votado por la Cámara i modificado por el Senado, a aquellos articulos que no han sido modificados por el Senado i respecto de los cuales no hai dificultad alguna; pero para que no pueda haber en adelante dificultad alguna sobre la concordancia de los testos, el Secretario Jeneral de la presidencia hace insertar en el Boletin, todos los artículos, aun aquellos que no han sido leidos,

El Presidente hace seguir la lectura de cada artículo de la enmienda que va a ponerse en discusion; tiene el derecho de hacer leer en seguida las otras enmiendas, si lo cree útil a la claridad del debate; es de costumbre proceder así, cuando se pide por un gran número de miembros; pero el amor propio de algunos autores no bastaria para obligar al Presidente a una lectura que es siempre fatigosa i que hace perder tiempo.

Cuando coexisten a la vez sobre un articulo muchas enmiendas e inscripciones, se ha planteado la cuestion de saber si los oradores inscritos para hablar sobre el artículo deben ser oidos ántes que los autores de enmiendas. Esta cuestion que no ha sido resuelta jamas de derecho, ha sido solucionada en el hecho de diversas formas; unas veces los oradores inscritos, otras los autores de enmiendas han tenido la prioridad de la palabra. Es al Presidente a quien incumbe aplicar el método que le parezca mejor para apresurar los trabajos de la Cámara, sin menoscabar los derechos de nadie.

En principio, pareceria que la prioridad de la palabra deberia corresponder a los oradores inscritos: sin embargo, los autores de enmiendas son los que la han obtenido; se necesita que las enmiendas sean desarrolladas i examinadas antes de ser puestas a votacion.

El rechazo del primer artículo de un proyecto puede arrastrar el rechazo del proyecto primitivo i de todas las enmiendas, si el artículo rechazado contiene un principio comun a todas las proposiciones de que la Cámara conoce. En tal caso, el Presidente declara que no hai materia de discusion i pasa a la órden del dia.

Con mayor razon, el rechazo del primer artículo de un proyecto puede producir para la Cámara la necesidad de detener su discusion si los artículos subsiguientes no tienen sentido sino por la adopcion del principio que

acaba de ser rechazado; pero mientras el Presidente no haya declarado que pasa a la órden del dia queda el derecho abierto para la Comision, para el Gobierno, i para todo miembro de reproducir el principio rechazado, bajo otra forma i con otras consecuencias. Es un derecho de que no se puede usar sino con una estrema reserva, porque, en el mayor número de los casos, el rechazo del principio indica claramente que la mayoría rechaza la lei propuesta; forzándole la mano i obteniendo nuevos. votos se arriesga el provocar inútilmente mucha e inútil ajitacion.

El Senado i la Cámara no deliberan sobre enmienda alguna que no se halle apoyada. La firma de muchos miembros puesta al pié de una enmienda no basta siempre para considerarla como apoyada; si en el momento en que el Presidente la llama a discusion, ninguno de los firmantes se presenta a defenderla, la Cámara tiene el derecho de pasar adelante, i considerarla como abandonada.

Una enmienda puede ser presentada i defendida en nombre de un miembro ausente, aun cuando el que la desarrolle no la haya firmado.

Si sucede que una enmienda se encuentra redactada de manera que no pueda intercalarse en el texto de la lei, si contiene, por ejemplo, cálculos que el autor no ha tenido tiempo de hacer en la sesion, el Presidente se abstiene de ponerla a votacion de una manera definitiva, i la somete de oficio, a que se tome de nuevo en consideracion.

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