Como contamos en el capítulo anterior, un pequeño cuerpo de tropas que partió de Valdivia en los últimos meses de 1792, a cargo del capitan don Tomas de Figueroa para castigar a los indios del sur, habia llegado hasta las ruinas de la ciudad de Osorno i tomado posesion de ese territorio a nombre del rei. Cuando O'Higgins tuvo noticias de estos sucesos, dispuso que se afianzase esa posicion, como base de las operaciones que proyectaba. En consecuencia de sus órdenes, el gobernador de la plaza de Valdivia don Lúcas de Molina despachó en los primeros dias de la primavera de 1793 un corto destacamento bajo el mando del subteniente don Julian Pinuer con encargo de reunir a los indios de la comarca vecina a Osorno, i de reducirlos a pactar una paz estable. Celebróse con este motivo en aquel lugar un parlamento en los dias 9, 10 i 11 de setiembre, en que se dieron por aprobadas las estipulaciones ofrecidas a los indios en nombre del gobernador para el establecimiento de un fuerte i de una mision (15). Aquel pacto, como todos los que se decian celebrados con los indios, no habria servido de nada sin los trabajos posteriores para ocupar ese territorio.

O'Higgins, en efecto, habia informado a la corte sobre los sucesos anteriores para obtener el permiso de poner en ejecucion sus proyectos. Fueron éstos ampliamente autorizados por el soberano. En real órden de 7 de diciembre de 1793 se comunicó al gobernador de Chile que el rei aprobaba el parlamento celebrado en Negrete con los indios de la frontera del Biobio, las medidas tomadas para contener a los sublevados de la jurisdiccion de Valdivia, i la posesion tomada de Osorno; i le recomendaba la repoblacion de esta ciudad, el establecimiento de fuertes i misiones, i la habilitacion del camino entre Valdivia i Chiloé. Antes que esta resolucion hubiera llegado a Chile, ya O'Higgins habia adelantado sus trabajos, recojiendo los informes que creia conducentes, i un plano, imperfecto sin duda, del terreno que se proponia reconquistar de los indios mediante la fundacion de nuevas poblaciones. Con fecha de 11 de febrero de 1794 remitió a la corte todos estos antecedentes, ofreciéndose él mismo para ir en persona a ejecutar aquellas obras. La resolucion del soberano no se hizo esperar largo tiempo. "Enterado el rei, decia la real órden, de cuanto V. E. espone en su carta de 11 de febrero último con los documentos i plan del terreno antiguo i moderno de la ciudad de Osorno que acompaña,

(15) Acta de la junta celebrada en Osorno en setiembre de 1793 para establecer un fuerte i una mision.

relativo todo al restablecimiento de ésto, i providencias dadas al efecto, como tambien de los medios de que se ha valido, i auxilios que propone i solicita para los gastos que de ellos puedan orijinarse, se ha servido S. M. aprobarlo todo, i con mas particularidad el que V. E. ponga en práctica su propósito de ir personalmente a ordenar dicho establecimiento i repartimiento de tierras de la espresada nueva ciudad de Osorno, llevando o disponiendo vayan las familias pobladoras que pueda, dándoles los socorros que fueren de costumbre en los casos de igual naturaleza. I si para esto fueren menester algunas cantidades de su real erario, desde luego le autoriza S. M. para que los mande satis. facer, en la confianza de que velará sobre que en todo se use la economía que especialmente en las actuales urjencias es tan necesaria; i lo participo a V. E. para su intelijencia i cumplimiento. Dios guarde a V. E. San Ildefonso, 16 de setiembre de 1794.-Eujenio de Llaguno (16). Pocas veces los gobernadores dependientes del rei de España recibian autorizaciones tan ámplias como esta, lo que prueba el honroso concepto que O'Higgins habia conseguido conquistarse en la corte con su conducta administrativa, tan laboriosa como honrada.

Contaba en esa época don Ambrosio O'Higgins 74 años de edad. Su salud, fuerte i vigorosa hasta entónces, comenzaba a debilitarse considerablemente. En la primavera de 1794 estuvo gravemente enfermo, de tal suerte que aunque tenia proyectado hacer entónces un viaje a las provincias del sur, no le fué posible moverse de Santiago. El año siguiente, habiéndose restablecido, i queriendo sobre todo corresponder a la confianza del soberano, se resolvió a emprender la penosa campaña en que pensaba reducir el territorio del sur de Valdivia i repoblar la ciudad de Osorno, Comenzó por reunir las jentes que debieran establecerse en esa colonia, i alcanzó a juntar en Santiago poco mas de doscientas personas entre hombres i mujeres, a quienes ofrecia dar buenos lotes de terreno i suministrarles los recursos más indispensables para que formaran sus habitaciones. O'Higgins contaba con juntar un número igual o superior de jente entre los habitantes de Concepcion, de Valdivia i de Chiloé.

En los primeros dias de noviembre se ponia en viaje para Valparaiso,

(16) Esta real órden fué mandada imprimir en Lima en 1796 por el mismo O'Higgins junto con las instrucciones que dió para la conservacion i adelanto de la nueva colonia de Osorno. El ministro que firmó esta real órden fué don Eujenio de Llaguno i Amirola, literato i erudito de cierta reputacion, conocido sobre todo por su obra La Arquitectura española, que hemos citado en otra ocasion.

donde lo esperaba una fragata de guerra, la Astrea, para trasportarlo a Valdivia. O'Higgins llevaba a su lado a su asesor jeneral don Ramon Martinez de Rozas, i como secretario accidental de gobierno a don Ignacio Varela, caballero chileno que habia hecho algunos estudios de jeografía. Acompañábalo tambien el doctor don Tomas de Roa i Alarcon, nombrado obispo de Concepcion, que acababa de consagrarse en Santiago, i que se proponia visitar las provincias mas australes de su diócesis (17). El embarco de la jente que iba destinada a poblar la colonia de Osorno, i de los bastimentos reunidos para esta empresa, los demoró algunos dias; pero el 11 de noviembre se hizo a la vela la fragata que llevaba al presidente i su comitiva.

Al llegar a Valdivia a fines de ese mes, O'Higgins tuvo la satisfaccion de saber que sus órdenes anteriores habian sido cumplidas con toda regularidad i sin ningun inconveniente. El gobernador de aquella plaza habia hecho construir dos fortines en los lugares vecinos a la antigua ciudad de Osorno; i los indios de la comarca no habian opuesto la menor resistencia ni ejercido acto alguno de hostilidad. O'Higgins se ocupó activamente en reunir el mayor número posible de provisiones i de materiales para la repoblacion de aquella ciudad, juntó la jente, que estuviera dispuesta a acompañarlo, pidió a Chiloé la que pudiera enviársele; i al fin, haciéndose superior a sus años i a sus achaques, emprendió desde Valdivia el penoso viaje de tierra. El 13 de enero de 1796, cuando hubo recorrido personalmente toda aquella rejion, don Ambrosio O'Higgins hizo pregonar, con las solemnidades de estilo, la repoblacion de Osorno i la distribucion de lotes de terreno entre las 94 familias que iba a dejar allí. Formaron éstas un total de 426 individuos. A cada familia se le dió un solar para su habitacion en el pueblo, un lote de 25 cuadras de tierras para cultivo i las herramientas de trabajo mas indispensables (18). O'Higgins les hizo distribuir algun

(17) Por muerte del obispo de Santiago don Manuel de Aldai, ocurrida el 19 de febrero de 1788, entró a gobernar esta diócesis en noviembre de 1791 el obispo doctor don Blas Sobrino i Minayo, natural de Andalucía, i obispo que habia sido en América de Cartajena i de Quito. Promovido éste al obispado de Trujillo en 1794, el obispado de Santiago volvió a quedar vacante.

Pero el rei, con la venia pontificia, promovió el mismo año a este obispado al doctor don Francisco José de Maran, que hasta entónces desempeñaba el de Concepcion, colocando en éste al canónigo doctor don Tomas de Roa i Alarcon, natural de esa misma ciudad. El obispo Maran se recibió del gobierno de su nueva diócesis en febrero de 1795. En este mismo año el canónigo Roa pasó a Santiago, en cuya Catedral recibió su consagracion de manos del obispo Maran.

(18) Descripcion histórica i jeográfica de la ciudad de Osorno, escrita por su go