Imágenes de páginas
PDF
EPUB

las fuerzas navales realistas en el opulento Virreinato del Perú.

No habiendo conseguido batir las naves enemigas, que se guarecieron bajo las fortalezas del Callao, regresó á Chile en junio de 1819, conduciendo algunas presas que había efectuado en la costa.

O'Higgins, que no consideraba asegurada la independencia de Chile, después de la reconquista, mientras no fueran destruídas las fuerzas realistas que dominaban el Perú, metrópoli de las fuerzas y refuerzos, que se enviaban contra Chile, puso todo empeño para que Lord Cochrane pudiese equipar una nueva expedición, la que, mejor provista y con tripulaciones más disciplinadas, volvió al Perú en septiembre del mismo año.

Pocos y encontrados vientos, y la circunstancia de protegerse los barcos realistas bajo los fuertes del Callao, baluartes poderosos terminados en 1775 y construídos por planos de Godin, el célebre geólogo y astrónomo francés que con La Condamine vinieron al Perú á fijar el meridiano; y hasta el mal resultado de los explosivos, «cohetes á la congrève», 43 fabricados en Chile, hicieron que fracasara esta segunda campaña naval. Cochrane, contraria

43. El 2 de octubre, dice el Capitán Sutcliffe, el Almirante procuró destruir la flota enemiga por cohetes incendiarios, pero su mala preparación hizo infructuoso ese intento; cerca de veinte de sus propios tripulantes fueron puestos hors de combat, quemados por la combustión de los cohetes. Se ha asegurado que algunos prisioneros españoles en la capital de Chile fueron indebidamente empleados en el la

do sobre manera, no se resignó á regresar á Valparaíso directamente en tales condiciones, y, siguiendo rumbo al sur, reforzado por Freire en Talcahuano, atacó y tomó los fuertes de Valdivia, guarnecidos por más de 100 cañones; y en febrero de 1820, fondeó en la bahía de Valparaíso, cubierto de gloria y animoso para recuperar el tiempo perdido. 44

Perseveraban O'Higgins y el Ministro Zenteno en su proyecto de destruir las fuerzas realistas y libertar al Perú que era su último baluarte en el Pacífico y, falto de dinero y de elementos recurrió, «á solicitud de los habitantes del Perú y de los de la capital de Lima», dice el Tratado, á la acción combinada del Gobierno argentino para equipar y costear la llamada «expedición libertadora del Perú.» 45

Zarpó de Valparaíso el día 20 de agosto de 1820 aniversario del natalicio de O'Higgins.

boratorio del arsenal militar, los cuales aprovecharon toda oportunidad de introducir sustancias neutralizantes entre los ingredientes que les daba para llenar los tubos el señor Goldsack, que había venido de Inglaterra, expresamente contratado para manufacturar «Cohetes á la Congrève».

44. «Todo se prepara para disponer una expe pedición á las costas del « Perú. El dinero, el alma de todas las cosas, nos vendrá en suficien<te cantidad mediante los buenos sucesos de la Escuadra. Véngase, « usted, pues. Aquí lo dispondremos todo, y llevaremos la guerra al << Perú para arrojar de allí á sus tiranos, y poner fin á tantas penali<< dades». (Carta escrita por O'Higgins á San Martín, que estaba en Buenos Aires, fecha 15 de mayo de 1819).

45. En estas circunstancias, dice una «Acta del Senado chileno», de 22 de diciembre de 1819, «ha parecido de necesidad interpelar á

Componían la Expedición Libertadora, 4,118 soldados, casi en su totalidad chilenos, que fueron á las órdenes del general San Martín, como jefe de las fuerzas de tierra y mar, embarcados en ocho buques de guerra y seis transportes, todos de la escuadra de Chile, á las órdenes de Cochrane. Desembarcaron en la costa peruana cerca de Pisco, primero, el 7 de septiembre y después en Ancón y Huacho, en busca del Ejército enemigo.

El Ejército de San Martín, después de muchos encuentros, proposiciones de armisticio, conferencias y una serie de triunfos, cuya relación detallada pertenece más bien á la historia general, entró en la ciudad de Lima y tomó posesión de ella el día 12 de julio de 1821.

El día 28 siguiente San Martín acompañado por un numeroso Estado Mayor, rodeado por los funcionarios civiles y las congregaciones religiosas, en medio de los salmos de la iglesia y la alegría atronadora de un pueblo libertado, anunció, después de un Te Deum celebrado en la Catedral de Lima, al pueblo peruano, que «desde ese día cesaba la do

<< la suprema autoridad de V. E. para que se active cuanta diligencia

«

hay pendiente, y se acopie lo necesario, á fin de que, llegada la

« Escuadra y facilitada ó nó la venida del General señor don José << de San Martín, se ejecute, sin pérdida de momentos, la expedición « acordada con V. E., que ya no hay motivo que la embarace antes << muchos que diariamente impelen á practicarla». .., Acuerdo que fué transmitido al Director Supre no de Chile, General don Bernardo O'Higgins.

minación española en el Perú». (Barros Arana, (Historia General de Chile.)

Estaba así cumplido el fin de este Tratado: garantizará mutuamente la independencia del estado que debe formarse en el Perú, «libertada que sea su capital. >>

Entre tanto, la escuadra al mando de Cochrane había cooperado sin descanso ni tregua en todas las operaciones militares, bloqueando el Callao y haciendo presas en la costa del Pacífico hasta Guayaquil, las naves Emperador Alejandro y Venganza; por último atacó al Callao que se defendía con balas rojas y brulotes, y capturó bajo sus baterías, al abordaje, la fragata Esmeralda y otros buques menos importantes, la fragata Prueba, que capituló, y las naves Resolución, Sebastiana, Borgoña y Aguila, dos bergantines y dos goletas; presas en dinero, veinte cajones con plata á bordo de La Gazzel y otros, y provisiones que capturó al enemigo en diversos puntos.

En cuanto á los costos hechos por Chile de esta «Expedición libertadora del Perú y de la Restauradora», fueron materia de tratados muy posteriores entre Chile y el Perú, y el finiquito de los reembolsos hechos por el Perú á Chile, data del año de 1856.

PÁGINA HISTÓRICA CHILENO-PERUANA

Conmemora hoy (18 de Julio de 1908) el Perú su fiesta de gala nacional que, podemos decirlo con exactitud, es también una gran fiesta de Chile.

Banderas de tres naciones se cruzaban hoy en cordial abrazo alrededor de San Martín en la Catedral de Lima: además de la del Perú estaba la de Chile, que organizó la expedición de tierra y mar <á pedido de los habitantes del Perú y en especialidad de Lima», como lo dice el Tratado IrrizarriTagle de 1819; y la del Plata, que ofreció contribuir con algunas sumas de dinero para equiparla, y la espada del general San Martín que la mandó en jefe, á pedido de O'Higgins, Director Supremo de Chile.

Mediante esa campaña quedó libertada la parte norte del Perú solamente. Después de la conferencia de Guayaquil, San Martín se retiró del comando de esa expedición libertadora, dejando la parte cen

« AnteriorContinuar »