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Cada religion se cree poseedora de la verdad y cada una de ellas cree que la salvacion depende de su credo.-De donde se deduce que ó todas ellas son falsas, ó todas ellas contienen los elementos de la verdad inmutable algunas veces eclipsada, pero jamás perdida en la memoria que la transmite ó en la razou universal que la descubre.

Yo creo mis h.. hacerme el intérprete de vuestro deseo por el bien, de vuestras buenas intenciones y callados pensamientos, de la grande interrogacion que con conciencia ó inconsciente acosa vuestras inteligencias, cuando al frente del tremendo problema del mal, de la desgracia, ó de la duda, volveis vuestras miradas al ser supremo pidiendo una iluminacion que os disipe las tinieblas y os enseñe la via de vivir con provecho ó de morir con gloria.

Yo creo no defraudar vuestras esperanzas, en este acto tan solemne para mi, -si ayudado por la buena disposicion para cscucharme, me acompañais con vuestro buen deseo para sostener mi discurso sobre el occano proceloso de los tiempos.

¿Qué queremos?

En esta pregunta va encarnada la grandeza del hombre y de. su destino.

El animal—y todos los seres inferiores, siguen mudos el camino de la fatalidad sin inquietarse, sin temor y sin esperanza.

Pero en el hombre se despierta una tremenda inquietud.El quiere saber donde vá, lo que es, de donde viene, lo que sera!

El siente una fuerza sublime que se llama libertad, que pide una direccion.

El tiene una inteligencia que se abre sobre la creacion para conocer sus leyes--y busca la ley del ser humano.

El siente su corazon como la copa encantada de la vida que desborda de amor y de pasiones,―y quiere y debe saber lo que ba de amar.

-Y en todo tiempo para la necesidad de la inteligencia se present el dogma.

-Para la direccion de la libertad la ley ó la moral.

Y para la satisfaccion de su amor la santa humanidad con su cortejo que es la patria, la amistad, la familia, á todas las relaciones sociales, a Dios como fin y principio coronacion de la existencia en el seno de la eternidad que nos envuelve.

Pero el amor sin el conocimiento es la atraccion sin centro. La ley ó la moral sin el dogma, es una opinion, vaga y flotante, incapaz de apremiar la voluntad.

Es pues necesario que sepamos porque debemos obedecer, lo que debemos amar y preferir.

Esa ciencia es el dogma.

Ahora se presenta una cuestion. ¿Cual dogma?

Entraremos nosotros à discutir todas las creencias?

¿Pero con qué principio superior las juzgariamos?

Tenemos el criterio?-poscemos alguna creencia madre, fundamental é incontrastable que nos sirve de base para levantar el edificio de los principios?

Sí,

Creemos en el grande A. D. O.-Creemos en la libertad del hombre-y esto basta.-Con esos dos principios hoscemos.

CUARTO.

(INÈDITO)

El grande Arquitecto del Universo ha construido su templo que se llama inmensidad. L inmensidad poblada respira en su seno; y todo ser, desde el átomo hasta el sol, son piedras inseparables del monumento sin límites que suspende en sus bóvedas los sistemas de los mundos, como un discurso de centellas, que revela un pensamiento, un sentimiento y una voluntad suprema.

es la

A donde no alcance el telescopio, la razon alcanza; y en toda parte de la inmensidad, en todo momento de la eternidad, se vé la misma ley, la misma medida distribuyendo el movimiento, las mismas columnas sosteniendo el peso del firmamento visible, del firmamento invisible y de todos los cielos posibles que la razon proyecta mas allá de los espacios. Las columnas de ese templo se llaman atraccion sostenida y ejercida en razon directa de las mazas é inversa del cuadrado de las distancias. Esa fuerza que dominada ó formulada por la geometria divina ha. elevado con una sola palabra, la arquitectura de los mundos Ellos tienen la música celeste. Ellos entonan el himno de la creacion, en la lira de siete cuerdas, con los siete colores del prisma, pero falta la palabra del himno, la conciencia de esa mú sica celeste. El universo rueda fatalmente, trilutando el homenaje del esclavo. Faltaba el himno de la libertad y fué el hombre.

Abriò sus ojos á la luz, recibió la iniciacion de los cielos, por la mano misma del Arquitecto creador, y desde entónces la criatura predilecta recibió la mision de construir un universo en la conciencia, de edificar un templo moral á imágen del templo material. Esa es la masoneria. Su orijen se pierde en los albores de la historia. Ha recibido el plan, la geometria, las tablas de la ley en la cumbre de la montaña, en la primer mañana de la vida, á los resplandores del astro, simbolo en to

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