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cumbe trazar la historia de esc ilustre militar cuya corta i brillante carrera fué atajada trájicamente el 21 de noviembre de 1814'.

Todavía en el primer decenio que antecedió a la revolucion figuró en Coquimbo Jorje Edwards, «físico ingles» de la fragata Astrea (1805). Los vecinos principales de la Serena, encabezados por el conde de Villaseñor i seguidos por el cura Juan Nicolas Varas Marin, solicitaban la permanencia

1 Véase VICUña Mac-KennA: Vida del jeneral don Juan Mac-Kenna (1856). Se habrá notado que escribimos este apellido Mac-Kenna, i no Mackenna ni Maquena (como seria «a la chilena»). I hacémoslo para conformarnos a la jenuina manera de cómo los irlandeses convierten la desinencia o terminacion del patronímico. Mac es equivalente a hijo como el o', abreviatura de la preposicion inglesa of (O'Higgins). Los escoceses tambien lo usan (Mac-Donald.)

Como observan Conto e Isaza i GODOI ALCÁNTARA (Apell. cast.) las desinencias de orijen teutónico añaden la palabra equivalente a hijo al fin del nombre del padre: shon en aleman, son en ingles i sueco, sen en dinamarqués, todos del radical sanscrito sunus. Los ingleses reemplazan frecuentemente son por una s precedida del apóstrofe indicador del jenitivo; pero esa letra acaba por unirse al nombre, como en Adams Williams. En los dialectos eslavos se emplean los finales itch, its, witsch, witz, vvitsch off i eff. En la lengua polaca ski para el masculino i ska para el femenino. Los normandos llevaron a Inglaterra el fitz, hijo (Fitz-Gerald) que escoseses e ingleses reemplazaron por Mac, antepuesto al nombre de familia del padre.

Por esto juzgamos que la verdadera manera de escribir el apellido irlandés que tratamos es Mac-Kenna, así como escribimos Mac-Clure, Mac-Iver, Mac-Dougall, Mac Gregor, Mac-Mahon, etcétera.

En la historia de las trasformaciones onomásticas es frecuentísima la enjendracion de múltiples alteraciones, de suerte que no es aventurado predecir que, en definitiva triunfará en Chile para aquel apellido la forma Maguena.

I se realizaria así lo que de antiguo proclaman los filólogos onematolojistas: que nada influye tanto en aquellas trasformaciones al traves del tiempo, de las comarcas i de los acentos como la pronunciacion suave o fuerte, apacible o bronca.

El Mac-Kenna lejítimo quedará pues en Maquena, como Mac-Donald ha quedado en Maldonado; como Baldwin (valeroso amigo), quedó en Baldovinos; como Bermund, guerrero protector), quedó en Bermudez; como Bertrand, (ilustre escudero), quedó en Beltran; como Edward, (poderoso o rico defensor), quedó en Duarte o en Eduardo; como Garin (gar win, guerrero amigo) quedó en Galindo en España, ménos en Chile donde todavía no se ha trasformado el radical primitivo; como Ricard (poderoso, atrevido) quedó en Recarte, etcétera.

de ese médico en 28 de mayo de ese año. No accedió el gobernador Muñoz de Guzman, por estimar a Edwards desertor incógnito», talvez espía o seductor! Despachado al Callao, sin embargo volvió por 1806 i allí en la Serena se avecindó.

En 1806 figura un Santiago Santa María Cramer, nacido en Jamaica, criado en Inglaterra por haberlo llevado sus padres, de tierna edad, de relijion protestante. Pasó al Huasco, llegó a Cuzcuz (1807), trabajó en minas i casó con Antonia Sarmiento. Con este motivo el obispo Rodríguez Zorrilla en 7 de julio de ése espresaba al gobernador del reino haber dado órdenes terminantes a los curas para no casar a ingleses sin aviso i permiso previo>.

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En las postrimerías de la Colonia figuran varios ingleses i yankees que vinieron a comerciar en pesca en nuestras costas, principalmente en Valparaiso i Mar Afuera. De éstos: por 1800 un Mr. Jorje Howe, capitan del barco Oneco, que fué capturado en ese puerto i embargado; por 1803 un capitan Richards de la fragata Betsey; un Mr. Moody, capitan de la Thomas, barco que fué tomado al abordaje por don Tomas de Figueroa, en Talcahuano. En la Thomas venia un oficial Hudson, un Ricardo T. Cleveland, natural de Salem (Massachusetts), un Mr. Shaler, capitan de la Lelia Byrd, de Virjinia; un Rowan, capitan del Hazard, son de este tiempo, como asimismo el sueco Mateo Arnaldo Hoevel, introductor de la prensa de La Aurora i un conde Rousillon, polaco3 que habia sido ayudante de Koskiusco.

Un sobrino del irlandés don Ambrosio O'Higgins, Tomas O'Higgins,

1 Capitanía Jeneral, vol. 614. Huelga decir que en los papeles del tiempo de Mr. Edwards, el fundador de este apellido en Chile, es solo llamado i escrito Eduardo. 2. Capitanía Jeneral, vol. 114.

3 Tomo estas noticias de la Historia de Valparaiso (tomo II, cap. XXII). En este pintoresco libro se refiere la estadía en Chile del capitan americano AMaso DéLANO, i recuerda la siguiente anécdota tomada de su libro A Narrative of voyayes and travels (Boston, 1818), con relacion a una cabalgata al frutillar de Polanco, paseo al cual habia sido convidado en la familia de una buena moza, por el año 1805. Cuando trajeron al umbral el caballo de la bella, provisto de su silla guarnecida de galones de oro

era oficial instrnctor. En 1809 hizo papel Procopio Polloc, de Boston, que fué activo ajente de noticias en las víspera de la revolucion de la Independencia, i que sirvió a don Manuel de Salas para sus famosas Cartas de Pro

copio.

Contemporáneos de éstos son el grupo de británicos i norte-americanos que desempeñan papel en el bullado asunto de los Escorpionistas (1808) en que tuvo trájica i aleve muerte el comandante Tristan Bunker, de la fragata Escorpion que hacia la pesca de la ballena blanca en el Pacífico. Sobre cargo era Juan Eduardo Wollester; primer piloto Mr. Guillermo Kenneday; i segundo piloto Isaac Ellard.

El norte-americano que propuso la celada llamábase el doctor Henry Faulkner i estaba avecindado en Quillota; i el ingles que habia advertido al capitan Bunker que existia el propósito en sus contratistas de asesinarlo, era Mr. George Edwards, el cirujano de la Serena de que ántes nos ocupamos. La captura del Escorpion, precedida del asesinato de su capitan en la bahía de Pichidangui, ha sido referida con un gran caudal de noticias por un eminente historiador, quien hace constar una circunstancia que honra al carácter nacional: ningun chileno tomó parte en el apresamiento de la Escorpion i aquellos que por el empleo que desempeñaban tenian interes en el decomiso, se resistieron a tomarlo, alegando la injusticia del despojo. Cuéntase que hallándose reunidos algunos españoles, dijo uno que si no habia entrado ningun chileno en la sorpresa del capitan Bunker, era por la

i plata, adelantóse el marino a ofrecerle su ausilio para ganar el encumbrado asiento i comprendiendo que en aquella maniobra, que no era de su arte, lo mas acertado era servir él de escalera i el sillon de cofa, aferróse de ésta el caballero i dobló la rodilla para que la ájil amazona pusiera en ella sus jentiles piés. I como la niña viera este ademan, dijole turbada:

-Help me first! («Ayúdeme primero...») a lo que el capitan esclamó:
-Oh, yes! i dobló la otra rodilla...

La dama volvió a decirle:-Help me! I entonces cuenta el mismo actor de este pequeño drama de la puerta de calle, «me quedé paralizado sin saber por dónde agarrarla sin que fuera indelicate», hasta que vino un mozo i alzándola por el talon, la echó como una pluma sobre el lomo del corcel.>>>

1 BARROS ARANA: Historia jeneral de la independencia, tomo I, páj 20 i 315. El comiso de la Escorpion arrojó 580000 pesos.

cobardía personal de todos ellos; i que parándose el sarjento mayor de asamblea don Juan de Dios Vial, le contestó:

-«Somos mui caballeros los criollos para ensuciarnos en salteos i

asesinatos.>

Echada una rápida ojeada jeneral a la influencia anglo-sajona, se advierte fácilmente la preponderancia del elemento irlandes. Débese ello, sin duda, al catolicismo imperante en esa parte del archipiélago británico. Los que no eran adictos a esta creencia relijiosa, se convertian.

España no hizo, pues, ni podia hacer asco a este elemento.

Por lo demas, la inmigracion irlandesa no se habia establecido de la isla a la península. Ganada la confianza del ejército real, probada su adhesion suficientemente, pasaban esos irlandeses a servir cargos militares en las colonias.

El elemento escoces fué mas refractario a las conversiones relijiosas. Su puritanismo cerrado no daba casi lugar a alteracion de creencias. Esta es la esplicacion del escaso número de escoceses en Chile.

En cuanto a los temibles i temidos anglicanos de Inglaterra, no hai para qué decir que fueron siempre mirados con horror: El estado de guerra casi perpetua con el gobierno ingles i las constantes empresas de filibusterismo de que queda hecha somera mencion, sobran a dar la razon de que el ambiente colonial español no les fuese propicio aun en los paréntesis de franca amistad i alianza de las cancillerías. Arreglos semejantes eran de papel. En el fondo hervia una honda separacion que distanciaba a los pueblos.

Los otros elementos anglo-sajones que han contribuido al desarrollo demográfico de Chile ántes de 1810, han influido de modo mas estrecho i limitado aun. Ni a raiz de la conquista, ni despues, en el large período colonial, se manifiesta esa intervencion de sangre jermánica que algunos utopistas creen ver en las venas chilenas. Por lo demas, los vínculos comerciales entre la Colonia i Alemania fueron flojos i casi nulos; i como este camino es el mas fecundo para asociar, se desprende lójicamente que la raza chilena apénas tiene unas cuantas gotas de sangre jermánica propiamente dicha en

el período primero de su evolucion. En esa larga jestacion de trescientos años, los documentos de los archivos, base de nuestras inferencias, nos dicen con muda elocuencia que no ha existido sino por escepcion la inmigracion en Chile del elemento demográfico jermánico.

LA E. S. DE C.

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