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ción de 1823, que, a juzgar por las revistas en Europa han tomado como nuevos, entre ellos, el del piquete, para descartarse de malos o desagradables empleados, que tanto gustaba a Usted i tanto escocía al jeneral Calderón.

«Creo que en la última que escribí a Usted, tratando de darle una noticia reservada del estado de las diferencias de aquel gobierno con éste acerca de aranceles i tratados, decía a Usted que el no haberse celebrado éstos se atribuía aquí por los del gobierno al mal efecto causado por el estilo altivo de las notas de Zañartu.

«I es verdad que todavía dicen esto mismo; pero, sea lo que fuese del estilo de tales notas, que yo no he visto, nadie habrá que pueda atribuír a este motivo la no celebración del tratado después de los papeles que aquí i en esa se han publicado sobre el particular, en cuya contienda este gobierno ha quedado completamente derrotado, i tenido al fin, que callar, aunque al paño no deja de anunciarse que se está trabajando en secretaría un folleto en contestación, i también la esperan de Luna Pizarro, que era el jefe de la política en el período que corresponde a la legación de Trujillo.

«Lo cierto es que, desde que Chile solicita celebrar tratado, se han variado aquí en el mando personas de todos partidos i colores, i todas han sido iguales en su oposición o trampamiento para no celebrarlo; conque es preciso que existan causas o motivos comunes a todas, siendo la queja contra

Zañartu un pretesto mui ridículo, i aún sin fundamento, pues hubo un tiempo en que no estuvo Za ñartu, i si lo hubiese habido, habrían pedido cien veces su retiro, i lo habrían cacareado ahora sus papeles, que han andado arañando embustes i pretestos que alegar.

«Aunque nunca he sido amigo de Zañartu, ni aquí ahora nos hemos visitado mas que una vez cuando llegué, creo de justicia i de conveniencia el hacer a Usted esta esposición por él i por mí: por él, porque creo ésta la verdad, i no debe perjudicarse a su reputación con que corra esta especie, que puede creerse por personas que no hagan las reflexiones anteriores; i por mí, porque no se me atribuya la vileza de haberlo hecho por interés, enemistad u odio, cuando no tuve mas motivo que instruír a Usted mensualmente de todo lo que aquí corría acerca de un particular tan interesante para Chile; o se convierta en materia de un chisme, que venga a aumentar mis incomodidades. Por tanto, suplico a Usted que a los mismos a quienes hubiese Usted leído mi anterior, lea la presente, i la pase también al señor Egaña, a quien en aquel mismo tiempo escribí la misma especie.

«Los motivos que, según entiendo, ha habido, son no perder veinte i cinco mil pesos mensuales, los mas efectivos, derechos sobre los trigos, que faltarían o bajarían, quitándose quitándose o reduciéndose los derechos; i mire Usted si este es motivazo en el estado en que se halla este erario para los que de

bían hacer el tratado, que cobran sus sueldos de estos veinte i cinco mil pesos, i que no son hacendados de caña, ni de los a quienes mas interesa la baratura del pan.

«Es otro motivo la influencia e intriga de los norteamericanos, que, desde el principio, ganaron a Luna Pizarro i su escuela para que sostuviese en principio que el Perú no debía conceder. ventajas en su comercio a nadie, ni aún a los países con quienes había sido hermano.

«Otro, las predicaciones contra los bárbaros chilenos de todos los peruanos que han ido allí de em· pleados de su gobierno o de emigrados, i han vuelto, i se mantienen irritadísimos contra la descortesía e inhospitalidad de aquel país. Usted sabe que era inmemorial el desdén o desprecio de los limeños a los chilenos, a quienes miraban como ordinarios i groseros. Ha debido, pues, mortificar mucho su amor propio el haber tenido que ir en las circunstancias de la revolución a implorar tantas veces su protección i ayuda; humillación de que institivamente han debido querer vengarse, pasado

el

apuro de las circunstancias, i cuando veían a su turno a los chilenos de solicitantes del pago de sus socorros, i de condiciones favorables para su comercio.

«Entre los peruanos venidos de Chile quejosos, no debe comprenderse a Larrea i Pedemonte que hasta su muerte, según convienen todos, han esta

do haciendo apolojías i elojios de Chile; pero ambos estuvieron en el gobierno, i no consiguieron hacer el tratado. ¡Tan fuertes deben haber sido los obstáculos para realizarlo!

«Dejando algunas otras causas que se indican (porque el papel se va acabando i las enunciadas son bastantes), diré a Usted que en mi concepto este negocio es de tardía composición, pues los ánimos se irritan cada día mas con los papeluchos de una i otra parte. En ambas, se quiere i se espera que los otros vayan de rodillas a pedir alafia, i todos se hallan llenos del honor nacional.

<Entre tanto, los norteamericanos están ya haciendo pedidos de harina, i allá los tendrán ustedes con azúcares, i viva el honor nacional nos repetirán ellos de recio.

«En el negocio de don Agustín Ugarte, nada puedo adelantar; i este será el verdadero caso de bula de composición.

«Por lo tocante a gusanos de seda, ya he dicho a Usted que no los hai en el Perú, i que de dónde únicamente podían conseguirse era de Méjico.

«Páselo Usted tan bien, como lo desea su afectísimo i mui obligado amigo i servidor.

«Joaquín Campino».

«Señor don Manuel de Salas.

«Lima, 4 de marzo de 1833.

«Mi respetable amigo i señor,

«He recibido su mui apreciable de 21 de enero próximo pasado, la cual me da el gusto de saber quedaba Usted bueno, pues aún cuando Usted no me lo dijese, me lo probarían el tono de su carta i el pulso de su letra.

«He hablado con el señor Ramos de ésta sobre la Yerba Guinea, i me dice que sería trabajo perdido su remisión en esta estación, porque sin duda los próximos yelos impedirían que prendiese i la matarían. Me ha ofrecido remitirla en la primavera, i yɔ cuidaré de hacer efectivo su ofrecimiento. Él es el que mas la ha propagado en su hacienda

de Huallara en Cañete.

«Gusanos de seda ya he repetido a Usted que se perdieron aquí completamente.

«Me dice Usted que nuestro Chile se halla en modorra, i que mas vale este estado que no bochinches, conspiraciones i pronunciamientos o juras.

«Convengo con Usted, como en la propiedad de llamar al síntoma actual de Chile modorra. Este sabe Usted que es un síntoma propio de las fiebres, que sucede i precede a los mas fuertes paroxismos. Yo en esta calma temo la furiosa tempestad que se aproxima, i aunque el volcán por ahora no vomite, vigo el sordo rujido de los elementos en sus entra

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