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"Corrió voz con algunos fundamentos, aunque leves, de que los indios domésticos en alianza de los negros querian conspirar, escribia al rei la audiencia en 12 de julio de 1648, poniendo en su noticia las consecuencias del terremoto del 13 de mayo; i este rumor se hizo tan válido entre la plebe i las mujeres, que se hacía conversacion imprudente i por instantes diversas noticias que el miedo o la malicia de cada uno advertia; i como no es bueno en estas ocasiones el tumulto en los desesperados ociosos i malcontentos, i esta jente es belicosa de su natural, i tienen tan vecinas las armas en los indios rebeldes, i ellos resienten el odio de la servidumbre, las casas estaban sin defensa, tendidas todas las paredes, puso en cuidado,no el que fuese entónces, sino el que era posible despertar en estos bárbaros algun aliento la mesma sospecha del temor popular; i así despreciando la nueva en público, i persuadiendo aun a los mismos que denunciaban su temor vano, se hicieron cuantas dilijencias secretas pudieron alcanzarse para prevenir el daño; i se ahorcó un negro que con liviandades se divertia a hablar arrogancias de un natural furioso, tomando por pretesto haber muerto una negra casualmente, de que tenia fulminado proceso ántes, i probádosele haber acometido a su amo con una lanza, i llamarse hijo del rei de Guinea, que con esto, i divertir esta jente en tareas dobladas, i apartarlos de noche, i prevenir las rondas i las armas desenterradas con cuerpos de guardia i en toda prevencion política, fué Dios servido que se sosegó el rumor de la novedad introducida, i se quietase el pavor contraído, desengañándose del todo unos i otros".

Las calamidades del terremoto del 13 de mayo no vinieron solas.

Desde el 23 del mismo mes, comenzaron a descargarse lluvias mui continuas i copiosas.

Esta estraordinaria abundancia de aguas hizo podrirse los muebles i utensilios domésticos que habian quedado enterrados bajo las ruinas, i lo que talvez fué todavía peor, corrompió los alimentos que estaban cubiertos por los escombros de los graneros i bodegas.

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Ademas, produjo en los rios, i otras corrientes mas pequeñas, inundaciones jamas vistas. En el partido de Colchagua, por ejemplo, hubo una tan enorme, que llegó a la altura de los árboles mas elevados, i que arrastró consigo mas de sesenta mil cabezas de ganado.

La fuente de las desgracias no se habia aun agotado para los infortunados chilenos.

El excesivo trabajo, la afliccion del ánimo, el desabrigo, la escasez i mala calidad del alimento trajeron una mortífera epidemia de la fiebre que los españoles llamaban tabardillo, i los indíjenas chavalongo o sea fuego en la cabeza. Esta enfermedad era tan violenta, que volvia locos furiosos a los atacados, i los entregaba a la muerte por centenares.

"Esta ha sido otra herida mortal para esta provincia, decia la audiencia al soberano; tiénese por cierto que se ha llevado otras dos mil personas de la jente servil trabajada i la mas necesaria para el sustento de la república, crianzas i labranzas; i como ya no entran negros por Buenos Aires con la rebelion de Portugal, ademas de lo sensible de la pérdida, se hace irrestaurable en lo de adelante" (1).

(1) Informe de la Audiencia de Chile a Felipe IV, fecha 12 de julio de 1648.

En vista de tantos desastres, el rei libertó a sus vasallos de Santiago, no solo del impuesto denominado la Union de armas, sino tambien de varios otros.

"El Rei. Presidente i oidores de mi audiencia real de la ciudad de Santiago de las provincias de Chile. Por diferentes cartas e informes vuestros i de otros ministros i personas de esa ciudad, tuve noticia del terremoto que a los trece de mayo del año pasado de 1647, fué Nuestro Señor servido de enviar a esa ciudad, la ruina i asolacion que causó en ella, la miseria i trabajo en que con este accidente quedaron sus vecinos i moradores, habiéndose perdido sus casas i haciendas; i porque es justo acudir por todos los medios posibles al socorro de esos vasallos para que puedan conservarse i volver a reedificar sus casas i poblar la ciudad; habiéndoseme consultado sobre ello por los de mi consejo de las Indias, tuve por bien de resolver que por algun tiempo fuesen libres los vecinos i moradores de esa ciudad de pagar los tributos, derechos i contribuciones que me pertenecen, dejando la deliberacion del tiempo a eleccion del dicho mi consejo; i ahora con ocasion de haberme suplicado Alonso de Ovalle de la Compañía de Jesus en nombre de la dicha ciudad la hiciese diferentes mercedes para que sus vecinos tuviesen algun alivio, me ha parecido hacérselas (como por la presente se las hago) a los vecinos i moradores de esa ciudad de Santiago de que por tiempo de seis años sean libres de la paga i contribucion de los derechos de alcabala, union de armas i todos los demas tributos e imposiciones que antes pagaban, i me pertenecian por cualquiera causa; i que por el mismo tiempo sean libres de los derechos de salida i entrada todos los frutos i mercaderías de

esta tierra que se hubiesen de consumir en la dicha ciudad, o se sacasen por los puertos de su jurisdiccion para el Perú i otras partes. I porque mi voluntad es que esto tenga efecto, os mando lo hagais i publiqueis en toda esa tierra para que los habitadores de ella se alienten a continuar sus tratos i vuelvan a reedificar sus casas, i dareis la órden necesaria para que por tiempo de los dichos seis años no se cobren en esa ciudad las contribuciones, tributos, imposiciones i derechos arriba espresados, cesando en lo que a esto toca hasta que sean cumplidos, i mando que lo sobredicho se guarde i cumpla por cuanto he declarado que los interesados en estas gracias sean libres de pagar la media anata que debian por la gracia i merced referida; i de la presente tomarán razon mis contadores de cuentas, que residen en el dicho mi consejo; i tambien la asienten en sus libros mis oficiales de real hacienda que residen en esa ciudad. Fecha en Madrid a 1o de junio de 1649.— Yo el Rei.-Por mandado del Rei Nuestro Señor, Juan Bautista Saenz Navarrete."

Para acabar de manifestar la miserable situacion de Chile hacia el tiempo de que estoi hablando, voi a dar a conocer lo que la ciudad de San Bartolomé de Chillan representaba al rei en 5 de enero de 1650, debiendo advertirse que a la sazon no habia en toda la estension de este país sino seis poblaciones, a saber, la Serena, Santiago, la mencionada de Chillan, la Concepcion, Valdivia i San Antonio de Castro; i que Chillan era una de las principales.

"Esta ciudad, decia, se halla en la imposibilidad de poder servir a vuestra Majestad con algun socorro para los gastos de las guerras que Vuestra Majestad mantiene en defensa de sus rei

nos, como lo ha enviado a mandar, por la cortedad en que el enemigo la ha dejado respecto de haberla quemado i destruido tres veces, llevándose las familias i los naturales que la habitaban hasta que no quedó ninguno; i así les es preciso estar siempre con las armas en la mano con la poca fuerza que al presente tiene, pues solo han quedado veinte vecinos, que son descendientes de los primeros conquistadores que pasaron a estas provincias, i por viejos se retiraron a esta ciudad, habiendo servido a Vuestra Majestad treinta i cuarenta años; i esto obliga a la dicha ciudad de San Bartolomé de Chillan a no poder hacer a Vuestra Majestad ningun servicio, sino a suplicarle la haga merced de relevarla de trescientos pesos que paga de alcabala i del papel sellado, con que se aliviaria alguna parte de sus trabajos, i lo tendrian por privilejio por estar sustentando esta frontera, pues mediante ella gozan la ciudad de Santiago i la de la Concepcion de la quietud que hoi tienen; i aunque es mui importante en este presidio para su defensa las cien plazas que está mandado haya en él, no se han ajustado por decir el señor gobernador no hai jente".

III.

Tal era el estado bien poco lisonjero de Chile, cuando a fines de 1650 vino don Antonio de Acuña i Cabrera a gobernarlo interinamente por nombramiento del virrei del Perú, mientras el soberano proveia lo que tuviese por conveniente.

Arauco estaba por entónces tranquilo, a lo ménos en las apariencias.

El 7 de noviembre de aquel año, el nuevo presidente celebró en la plaza de Nacimiento, para ra

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