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tivas sublimes, i resultados espléndidos, aunque es cierto, que se necesitan pocas luces para conocer que las ventajas particulares i el órden dependen de un gran centro i cuerpo de fuerza, i de la prosperidad jeneral. I si los consejos de los pueblos deben buscar lecciones de sabiduría en los ejemplos de las naciones ilustres i felices, la misma América ofrece un gran ejemplo.

Cuando despues de la paz de Paris de 1773 adoptó el gabinete británico un nuevo sistema para gobernar sus colonias, la distincion en prerrogativas, que hacia entre los súbditos de un mismo príncipe residentes en diferentes orillas del Atlántico, llenó a las provincias de Norte América de inquietudes i disgustos. Hallándose separadas unas de otras por grandes distancias, i sin coneccion en sus lejislaturas municipales, el sentimiento del comun peligro les inspiró la idea de formar un cuerpo representativo compuesto de diputados de cada una de las colonias para entender en los intereses i defensa de todas. Desde entonces la revolucion adquirió consistencia i crédito, se cimentó la union interior; se hizo la guerra causa comun; se organizaron fuerzas suficientes; i una república compuesta de trece repúblicas, un congreso americano que combatia contra un congreso o parlamento europeo, (que si os parece podeis llamar Cortes,) gozaba de la aptitud i disposicion necesaria para lograr alianzas, o a lo menos relaciones de proteccion. En verdad, como las potencias antiguas son tan grandes, no ponen los ojos en pequeños estados, a no ser que sea para absorvérselos.

Subsistió este congreso, variándose los diputados en diferentes épocas hasta la conclusion de la guerra revolucionaria, i pocos años despues de ella; disfrutando en

tre tanto el pais algunas de las bendiciones i prosperidades inseparables de la paz i libertad.

No obstante, bien pronto demostró la esperiencia la ineficacia del sistema existente para promover la felicidad pública, i la dignidad nacional. El esplendor que rodeaba la infancia de aquellos estados se nublaba diariamente, i los amantes de la libertad conocieron que elevaban una fábrica visionaria sobre ideas falaces. Washington no podia mirar estas cosas con indiferencia. Los embarazos, demoras i dificultades que se experimentaron en los auxilios que recibieron las tropas en la guerra, le manifestaban la poca utilidad de la confederacion para levantar i sostener fuerzas militares. La experiencia de los cinco primeros años de la paz le demostraba que el adoptado sistema de pequeñas soberanías casi inconexas, i que reteniendo demasiada autoridad entorpecian las providencias del gobierno central, no producia un gobierno cual necesitaba la nueva nacion. Sus cartas familiares respiran sus solicitudes i congojas por la salud de la patria, i su sabiduría en señalar el conveniente remedio.

En una carta a M. Jay dice: "Soi de vuestro mismo dictámen en órden a que nuestros negocios se encaminan rápidamente a una crisis; aunque no alcanzo cual sea su terminacion. Tenemos errores que correjir, i al formar la confederacion, nos formamos una idea demasiado ventajosa de la naturaleza humana. La experiencia nos ha enseñado, que los hombres no adoptan ni ejecutan las medidas mas saludables, sin la intervencion de una autoridad coerciva. No podemos subsistir largo tiempo como nacion independiente, sino colocamos en alguna parte una autoridad o un poder, que mande a toda la confederacion con enerjía, i a quien estén sujetos

todos los estados particulares. Temer revestir al congreso jeneral de los estados de una autoridad suficiente sobre todos los asuntos nacionales, es el extremo del absurdo i la locura. Los individuos de este congreso no pueden atentar nada contra el pueblo, porque sus intereses están estrechamente unidos con los de sus constituyentes. Ellos han de volver a confundirse con el pueblo en cesando su comision."

"A las veces el congreso ha usado de humildes súplicas hablando con los estados particulares, lo que repugna a su dignidad imperial. Las órdenes del congreso son nulas i sin efecto cuando trece estados soberanos e independientes pueden examinarlas i obedecerlas, o desobedecerlas. Supongamos que uno de los estados falte a las leyes de la confederacion. ¿Qué haremos entón ces? Este órden de cosas no puede permanecer. Se disgustará al cabo el pueblo, aunque es tan virtuoso, i sus ánimos se prepararán para una revolucion, sea cual fuere. Los hombres tienen disposicion para ir de un extremo a otro extremo. La sabiduría i el patriotismo deben evitar los acontecimientos perniciosos."

"¡Cuan asombrosas mudanzas pueden venir! Me aseguran que personas respetables hablan sin horror del gobierno monárquico. Poca distancia hai entre el pensamien to, las palabras i las obras. ¡Que caso fuera éste tan tremendo! ¡Que triunfo para nuestros enemigos, si se verificasən sus predicciones! ¡Que triunfo para los abogados del despotismo, si nos hallasen incapaces de gobernarnos a nosotros mismos, i si viesen que el sistema fundado en la libertad era falaz e imajinario! Quiera el cielo que en tiempo hábil tomemos medidas de prudencia para evitar los resultados que recelo."

'Aunque estoi léjos del mundo, no puedo ser un espectador insensible a estas cosas. Aunque es cierto que despues de haber conducido felizmente al puerto el vajel que se me confió, siento gran repugnancia de embarcarme de nuevo, i exponerme a las tempestades"

Mientras se hacian sérias reflexiones, i se preparaba una convencion jeneral con el único objeto de revisar el federal sistema del gobierno, ocurrió un caso que aceleró la adopcion de una medida necesaria. La debilidad del sistema gubernativo existente ayudada de opiniones erróneas, que como suele suceder, confundian la libertad con la licencia, produjo unas conmocionos en Massachusetts, que parecian verdadera rebelion. Entonces dijo en una carta Washington: "Estas conmociones ofrecen una prueba melancólica de lo que predijeron nuestros enemigos trasatlánticos, a saber, que la especie humana abandonada a si misma, no es capaz de gobernarse por sí."

“Estas cosas no se componen con persuaciones. Las persuaciones no son gobiernos. Si los insurjentes tienen razon, hágaseles justicia; si no la tienen, empléese contra ellos la fuerza del gobierno. Si el gobierno es tan débil que no puede hacerlo, confesemos que está mal organizado,"

"Confíense las riendas del gobierno a una mano vigorosa i robusta, i castigue los atentados contra la constitucion. Si la constitucion es defectuosa, enmiéndese ; mas no caiga en desprecio, ni sea violada mientras tenga existencia.

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En fin, todos saben los felices resultados del congreso de 1787, que se dieron facultades ámplias al gobierno central sin que éste tuviese que esperar la intervencion de

Sanabiles fecit (DEUS) nationes òrbis terrarum: et non est in illis medicamentum exterminii, nec inferorum regnum in terra. Justitia enim perpetua est, et immortalis.-Sap. C. 1.

SEÑOR.

STA augusta ceremonia, en que la alta representacion del estado da principio a sus sesiones por la invocacion del Padre de las luces, es una manifestacion solemne del íntimo convencimiento en que está la nacion chilena de que su conducta en las actuales circunstancias, i que ha seguido desde la lamentable desgracia del rei, es conforme a la doctrina de la relijion católica, ia la equidad natural, de que emanan los eternos, e inalienables derechos con que ennobleció a todos los pueblos del mundo el Soberano Autor de la naturaleza. Este es un homenaje que una nacion noble, firme, i circunspecta, rinde a la justicia i amabilidad de la relijion. Jamas esta hija luminosa de los cielos aprobó el despotismo, ni bendijo las cadenas de la servidumbre. Jamas se declaró contrà la libertad de las naciones, si no es que tomemos los abusos por princípios. Elevada como un juez intejérrimo, e inflexible sobre los imperios, i las repúblicas, miró con igual complacencia estas dos formas de gobierno. Colocada entre las supremas mojistraturas, i sus súbditos reprimió el abuso del poder, i la licencia de los pueblos: i de aqui es que en las crísis peligrosas de los estados fué el último recurso del orden público en medio de la impotencia de las leyes.

La relijion considera a los gobiernos como ya establecidos, nos exhorta a su obediencia. Pero los gobiernos como todas las cosas humanas estan sujetos a vicisitudes. Semejantes a los cuerpos físicos, las naciones enteras

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