«tramiento de los demas, cuando formen el mayor número, « sin ocurrir a las armas sino despues de agotados los arbi<«<trios pacíficos de la negociacion. Reconocen que el asilo << por causas políticas, es un derecho perfecto para los asi<«< lados, quienes no estarán sometidos a estradicion, espul«<sion ni internacion, mientras no demuestren con hechos que << quebrantan la paz. »

De esta manera sin necesidad de armar los neutrales un solo soldado, las guerras internacionales se harian imposibles en la América del Sur, por la eficacia i respetabilidad de la mediacion simultánea de todos los Estados, entre dos o mas desa venidos; la garantia de los territorios efectiva, pues no podrian tener lugar usurpaciones fraudulentas a mano armada; i los llamados reos de los pretendidos delitos de opinion, quedarian a cubierto de las angustias que suelen sobrevenirles por no tener mas amparo que el buen placer de los Gobiernos, quienes aun estiman como derechos imperfectos, respecto de los refujiados políticos, los perfectisimos de la libertad del pensamiento i la seguridad personal. Esta parte del derecho internacional europeo, que se resiente de fundarse en el principio del vasallaje (allégeance), recibiría todas las modificaciones que emanan del principio contrario de la libertad individual, base de las instituciones populares en ámbas Américas.

5. Los Estados Sur-Americanos adoptan las cuatro cla«ses de Ministros diplomáticos, determinadas en el Congreso « de Aix-la-Chapelle, fuera de las cuales no reconocen ca<«<rácter público en ningun otro funcionario internacional, « Por consiguiente, consideran i tralarán siempre a Cónsules <«< Jenerales, Cónsules particulares i demas empleados de este « jénero, como simples ajentes mercantiles, sin privilejio al« guno personal ni real que los distinga del comun de los ve

<«<cinos. En cuanto a los Ministros Diplomáticos que por su «< carácter público gozan el privilejio de territorialidad esten<<< sivo a las personas de su séquito i a la casa que habitan, << declaran que ese privilejio no les da el derecho de asilo « para recibir en sus casas i sustraer de la justicia del pais << en que residen a los reos o sospechados de delitos comunes. « Los Estados Sur-Americanos declaran su voluntad de usar << plenamente, i cada vez que lo estimen necesario, de la « facultad de recibir o no a los Ministros Diplomáticos que se <«<les envien, i despedirlos despues de recibidos cuando la <«< persona del Ministro les sea desagradable, sin tener que << alegar otra causa. »

No es menester espresar las razones que justifican estas declaratoria. Nadie ignora que los vejámenes inferidos a nuestras Repúblicas a causa de abusos i resentimientos personales de los Ministros Diplomáticos i Cónsules europeos, forman un largo i bochornoso catálogo: nadie ignora que ellos miran su nombramiento i mision cerca de nuestros gobiernos, como una campaña en que han de estrenarse con ruido i adquirir los méritos de una actividad turbulenta para ser promovidos en su carrera. Las naciones Sur-Americanas podrian sumar por millones de pesos las cantidades que a título de reparacion de agravios e indemnizacion de falsos o abultados perjuicios, se les han estorcionados; i todavia son mas sensibles los sacrificios de honor que se les han impuesto. La notoriedad de estos bechos i lo irritante de su naturaleza, justificarían tambien la declaracion de que los Estados Sur-Americanos no admitirán ni enviarán misiones permanentes, sino temporales, i para determinados negocios, concluidos los cuales, cesará la mision, debiendo retirarse el Ministro o teniendo por fenecidos de hecho, el ejercicio de su empleo i el carácter público que le conferia. Lo cierto es, que ha

llegado el tiempo de remediar unos males tan frecuentes ya i tan sérios, que si no se alajan, acabarán por mermar la accion de la soberanía inmanente de nuestras naciones, i hasta poner en peligro su existencia misma.

Tales son las materias en cuya consideracion i arreglo habría de ocuparse el próximo Congreso de Plenipotenciarios Sur-Americanos. Nada bai en ellas de ideal: nada que no sea axequible con solo quererlo: todo es de utilidad positiva, inmediata, incontestable: todo fácil de realizar sin esfuerzos, sin sacrificios mútuos, sin medidas estraordinarias, sin complicaciones políticas. Un año de consagracion a estas importantes tareas bastaría para concluirlas; con la ventaja de que su propia índole las pone a cubierto de ser desaprobadas por los cuerpos lejislativos a cuya ratificacion habrian de someterse. Si algo valen los consejos de la esperiencia i los avisos cotidianos del peligro que puede sobrevenirnos, envueltos en los beneficios que se derivarán, para nosotros, del libre comercio i trato abierto con el resto del mundo; parece que el continuar inactivos, imprevisores i sin determinarnos a sacar nobles frutos de nuestra inocente diplomacia, nos constituiría en una responsabilidad tremenda, por las complicaciones i amarguras que legaremos a nuestros hijos, habiendo estado en nuestras manos, el legarles la paz del continente i su respetabilidad en el esterior.

Me atrevo a creer, mi querido amigo, que estas ideas pueden hallar un lugar en el opúsculo que U. tiene dispuesto para darlo a la prensa, sirviéndole de noticia sobre la indolo de las tareas propuestas por los Ministros Colombianos, para el Congreso que necesariamente ha de instalarse, no mui tarde, con el objeto de regularizar las relaciones de los Estados SurAmericanos entre sí, i de unirlos mediante un derecho público que les sirva de vínculo comun. Ojalá no me equivoque,

i tenga la satisfaccion de haber contribuido en algo, a que el noble propósito de U. sea realizado, tan completamente, como lo desean los sucesores del filantrópico Abate de SaintPierre.

M. ANCIZAR.

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TERCERA PARTE.

(PIEZAS VARIAS).

La Comision ha juzgado conveniente publicar en esta tercera i última parte de la obra que le ha sido encomendada, aquellos estudios que por su naturaleza podrian llamarse miscelánicos i que por lo tanto no encontraban una apropiada cabida en las dos primeras partes de este libro.

Ha influido ademas en este sistema de distribucion de los materiales que obraban en manos de la Comision, la circunstancia de no tener el jénero de trabajo que ahora se publican un carácter esclusivamente ligado al tema principal de Federacion Americana, que es el asunto de la obra. Mas, como siempre poseen aquellos alguna co