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va-España no podia llevar al Perú. Despues, por cédula de 609, se prohibió al Perú traer á ella plata ú oro: por otra de 620 se prohibieron otros artículos, y en cédula de 624 á Nueva-España que fabricaba paños, se veda llevarlos al Perú. Mas por la contravencion repetida y daños de ella seguidos, añade el mismo escritor, se mandó últimamente el año de 631, que del todo se cerrase el comercio del Perú con Nueva-España y es lo que expresa la misma cédula de 624 redactada en la ley 4 tít. 26 lib. 4, que acaba diciendo: por conveniencias del comercio con estos reynos de Castilla, no se debe permitir su aumento, ni continuarlo con el Perú. En capítulo de carta de 29 de marzo de 636, resumida en la ley 78 tít. 45 lib. 9, se hace esta relacion. Estuvo permitido que del Perú á Nueva-España anduviesen dos navios cada año al comercio y tráfico hasta en cantidad de 200 mil ducados, que despues se redujo á uno con ciertas calidades, y porque ha crecido con exeso el trato en ropa de China en el Perú, sin embargo de tantas prohibiciones convenientes al comercio de estos y aquellos reynos, habiendo precedido última resolucion del virey conde de Chinchon y acuerdo de hacienda, para quitar absolutamente la ocasion, ordenamos y mandamos á los vireyes del Perú y Nueva España que infaliblemente prohiban y estorben este comercio y tráfico entre ambos reynos.

Un auto acordado de 20 de setiembre de 637 lamenta que á la sombra de estar permitida la llegada de la ropa de China á Guatemala y llevarse á expender á las provincias, los que entendian en el tráfico la traían por tierra y puertos del norte para conducirla á los del sur en Sonsonate, el Realejo y Nicoya, y para impedirlo se estrechó la entrada de las recuas y la visita de las embarcaciones. A la par se procuraba el transporte del Perú prohibido á Nueva-España. El procurador síndico, en cabildo de 27 de febrero de 680, dice: viene caminando para esta ciudad y pasar á la NuevaEspaña gruesa cantidad de cacao de Guayaquil de mas de seis mil fanegas de las villas de Sonsonate y Amapal que vino en dos fragatillas que llegaron á dichos puertos del reyno del Perú,que demas de ser género prohibido y de contrabando en este reyno, y que con pretesto de 200 fanegas que vienen registradas quieren pasar las dichas seis mil, es irreparable el daño y perjuicio á esta república y sus vecinos por no averles quedado otro trato y comercio que conducir el cacao de estas provincias á la Nueva-Espa

ña, en el cual se perderán y destruirán totalmente por la baja qué tendrá dicho género en México.

Como no habia cédula que vedase el transporte del cacao á Guatemala, continuaron las reclamaciones. En otro cabildo de 16 de febrero de 683, el mismo procurador síndico dice: se ha reconocido el daño irreparable que causa la entrada del cacao guayaquil, que como' viene en cantidad descaece el que se coge en esta provincia de calidad que no tiene precio alguno, y no tener otro ingreso para aver reales en el comercio, para que se obvie en adelante el daño tan nocivo y perjudicial, resolvieron, prosigue diciendo el ́acta, que el dicho procurador síndico en el gobierno superior ó donde mas convenga pida lo necesario en órden á que no se admita la entrada de dicho cacao guayaquil.

Al fin se impetró la prohibicion en cédula de 21 de mayo de 685. En consecuencia, repelidas en Sonsonate tres mil veinte cargas que venian en un buque de Guayaquil, pagados derechos pasaron á Nueva-España, y por ello el oficial del puerto fué multado en 500 pesos en cédula de 16 de diciembre de 687. El procurador de la ciudad en España en carta de 18 del mismo escribe al ayuntamiento: estos dias se han visto dos causas que se han hecho á algunos dueños de navíos en esta provincia sobre arribadas con cacao de Guayaquil: an los castigado con gran rigor: no hay duda que en esto se pondrá gran cuidado por acá para que á U. S. no se le haga perjuicio en sus frutos de esa provincia que tengan salida. La prohibicion se renovó en cédulas de 10 de junio de 88, y 28 de julio de 95.

Acerca de lo cual el ayuntamiento, en el memorial de 709 que vá mencionado, dice al rey: ha decaido tanto la estimacion del dicho fruto, que ni se solicita de las ciudades de nueva españa, ni se vende con la estimacion que ántes, ni ay vecinos que en considerables porciones lo remitan á dicho reyno, y ha estado tan desestimado, que los mercaderes de él se llevan encajonado el dinero que con sus mercaderías adquieren. Y esto ha provenido de que en contravencion de la repetida prohibicion de comerciarse el cacao guayaquil se han conducido y se transplantan con mucha frecuencia de la ciudad de Guayaquil de la jurisdiccion del Perú muy crecidas porciones del dicho cacao á los puertos de Siguatanejo, aguatulco, acapulco, y la natividad, todos cuatro del mar del sur y de la jurisdiccion del reyno de Nueva-España, en los cuales no se hace tan

mal pasage á sus conductores, que no logren todos con varios pretestos sus arribadas á ellos y la descarga del dicho cacao, y aun cuando se comise y se venda por vuestra real hacienda, el precio de los remates les rinde tanta conveniencia que no alzan la mano de traficarlo.

En consecuencia, pasando al siglo 18, de que ya se ha comenzado á tratar, no es mucho se diga, que el comercio de este fruto en el transcurso de él descendió en cantidad y en precio á cerca de la mitad del precedente. Hasta aquí se ha hablado de carga de sesenta zontes, conforme á cédula de 9 de agosto de 684, que aprueba un auto de la audiencia dado en esta razon amparando á los índios de Chiquimula de la Sierra en el pago de su tributo contra los oficiales reales, que pretendian componerse la carga de sesenta y dos libras. Don Fernando Echevers en sus ensayos mercantiles que dió á luz en 742 regula la saca anual de cacao de solo las provincias de San Antonio, Soconusco, Chiapa, Comayagua y Costa-rica en 600 mil libras, que hacen 10 mil cargas de 60 libras, á que añadiendo otras 5 mil cargas del resto de Guatemala, Gualan, Nicaragua, y contrabando de las costas de Honduras, y Matina, resultan 15 mil.

Sin embargo, este cómputo puede parecer bajo, pues regula dicho escritor la extraccion de San Antonio para Oaxaca en solo mil tércios, cuando el dean García Redondo, en memoria publicada el año de 799, testifica haber visto libros antiguos de un comerciante que de su cuenta remitia poco despues 500 anualmente; pero en fin, puede hacerse juicio de 15 mil cargas importantes 300 mil pesos á razon de 20 pesos: precio entre el de 15 y 18 de una parte que aparece en libros de la caja de los años de 1714 y 1729, y de otra el de 24 y 25, que suena en acta de cabildo de 11 de enero de 735, y comunicacion á la audiencia del Sr. arzobispo Larraz de 16 de febrero de 79.

Bien que estas 15 mil cargas deben haber disminuido á fines del siglo hasta terminar su salida con él. Alcedo, que al fin de su diccio nario geográfico publicó el año de 89 otro de voces provinciales, hablando del cacao, dice. Hay dos especies de cacao: el uno silvestre, que es amargo, el cual era el que usaban los índios y tiene todavia alguna estimacion, y dió motivo á cultivarlo y beneficiarlo; y el otro que se distingue por su calidad y segun el terreno y pais: el mejor y que se tiene en primer lugar, es el de Soconusco en el reyno

de Guatemala; pero la cosecha es tan corta que apénas basta allí para las gentes de conveniencias, y por eso viene poco á Europa. En la gaceta de Guatemala de fin del siglo, se dá razon de los préeios del cacao y entrada del de Guayaquil, mas no de salida alguna suya del reyno. En las de 20 de febrero, por ejemplo, y 15 de mayo de 97, anunciándose el precio corriente de los frutos del pais, se expresa que la carga de 60 libras de cacao de la costa es el de 24 pesos y medio, y el del cacao de Nicaragua de 22 á 23 pesos quintal: en la de 19 de febrero de 98 se da al mismo cacao de la costa el precio de 21 pesos y medio. Respeto al de Guayaquil se avisa en 10 de abril de 97 que vinieron á Sonsonate con registro de aquella ciudad 501 cargas de 81 libras, y en la de 14 de mayo de 98 que entraron al mismo puerto con registro de la misma ciudad 24 zurrones con 43 cargas 11 libras por una parte, y por otra 112 tércios con 210 cargas.

Humboldt, en el viaje lib. 5 cap. 16, dice: Hasta mediados del siglo 17 no han dispertado los holandeses tranquilos poseedores de la isla de Curazo por medio del comercio de contrabando, hecho el cacao un objeto de exportacion en la provincia de Caracas. Esta apénas era al principio del siglo 18 de 30 mil fanegas por año: en 1748 de 47 mil: en 1763 de 80 mil: y en 1792 de 100 mil. De las 80 mil del año de 63, se enviaron 50,300 directamente á España: 16,300 á Veracruz: 11,100 á las islas Canarias, y 2,300 á las Antillas. Su precio en los principios, 80 pesos, y despues 45. Un manuscrito de noticias de la Habana de 1777, describiendo el ingreso de frutos en esta ciudad, le da el número de 5738 zurrones de cacao: no sería extraño que á este surtimiento concurriese Guatemala. El propio Humboldt en el ensayo lib. 4 cap. 10, tratando de la calidad del cacao, dá el primer lugar al famoso de Soconusco: el 20 al de Gualan en la costa de Honduras: 30 al de Uricutu en la provincia de Caracas: 4o al de Capiricual en la NuevaBarcelona; y 5o al de la Esmeralda en el reyno de Quito.

Alcedo, tratando de Suchitepeques, nota que en el siglo 16, Tierra firme se surtia de cacao de Guatemala por Panamá; y así vienen á resultar dos cosas: primera, que el Perú, surtido al principio de este género por Guatemala, despues surtió á esta última: en cédula de 30 de marzo de 681 se habla de un navío holandes que llegó á Honduras con cacão de Guayaquil; y en otra de 5 de junio de 786 se permite la conducion de este fruto á Guatemala sin limita

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cion alguna. Lo segundo que resulta notable es, que Tierra firme en el comercio del cacao siguió una razon inversa y opuesta á la que observó Guatemala: porque este reyno comenzó exportando 100 mil cargas en el primer siglo: prosiguió exportando 25 mil en el segundo, y 15 mil en el tercero, hasta terminar en cero. Y Caracas, provincia de aquel reyno, que nada exportaba en el siglo 16, en el 17 ya transporta de 15 á 25 mil fanegas, y en el 18, 100 mil. Todo fué efecto de la navegacion, cesante en el uno, y creciente en el otro.

CAPÍTULO 51.

Prohibicion de los vinos del Perú.

Acosta, que escribió por el año de 1589, despues de reconocer, segun su modo de discurrir, en la aptitud de los terrenos y en la pericia de sus habitadores el logro de la uva, y confeccion del vino en el Perú, dice: llévase este vino á Potosí y al Cuzco, y á diversas partes, y es grande grangería, pero no sale de su provincia. En el reyno de Chile, dice tambien, se hace vino como en España, y dá por razon que es el mismo temple; pero traido al Pirú, añade, se daña. No es mucho, pues, que el del Perú, salido de su provincia, y traido á Guatemala, igualmente se dañase. El ayuntamiento de esta ciudad, tambien á su modo de discurrir, hizo indagacion de ello, disponiendo en 4 de abril de 1603 enviar á la villa de la Trinidad por 300 botijas, y venidas, dió peticion el mayordomo en 28 de mayo inmediato, declarando la experiencia que hizo en el vino del pirú, é atento, dice el acta, á que conforme á ella la ciudad pierde mucho dinero, se acordó que el mayordomo venda el que vino á veinte é dos tostones cada botija; y no explica otro resultado hasta el 26 de enero de 607, en que un artículo del acta dice. Trátase que se contradiga el aver dado licencia su señoría el señor presidente para meter vino del pirú en esta ciudad por cuanto de aver dado la dicha licencia recrecia mucho daño á los naturales, y se dió comision al procurador síndico para que en razon de esto haga todas las diligencias que convengan y sean necesarias con parecer del letrado de la ciudad.

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