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Honorio, mandó matar á su traidor ministro.

Algunos autores han fundado en el citado pacto de aquel emperador con los godos el derecho con que estos fundaron en España su nueva monarquía. Otros añaden que se afirmó mas aquel derecho con el matrimonio de Ataulfo, sucesor de Alarico, con Gala Placidia, hermana de Honorio, suponiendo que este le dió en dote las Españas.

¡Vanos títulos, inventados por la política para cohonestar las usurpaciones mas injustas, y lisonjear al despotismo! La legitimidad de las monarquías, y de todos los gobiernos no tiene otro origen mas cierto, ni otro fundamento mas sólido que el consentimiento del pueblo, tacito ó espreso, libre ó violentado por alguna fuerza irresistible, ¿Qué derechos tenia Honorio para abandonar una de las provincias mas leales y mas cultas de su imperio á los bárbaros feroces que la destrozaran y esclavizaran? Y aun cuando fueran ciertos los tratados, la dote y otros tales actos con que se ha querido legitimar la fundacion de aquella monarquía, cuánto no la protestaran? ¿cuánto no la resistieron los españoles? Gran parte de sus ciu dades se mantuvieron constantemente adictas al imperio largo tiempo; y los godos no dominaron en toda la península hasta que dos siglos despues de aquellos supuestos títulos, acabó Suintila su conquistato plan

Pablo Orosio, historiador español que vivia por aquel tiempo, refiere que la entrada de los godos en España no fue para dominar en ella, sinó solamente para ayudar á Honorio á sujetar á los otros bárbaros que la tiranizaban, y que en dos años le habian hecho mas daños que antes los romanos en dos cientos (1)..

» No sabemos, decia el jesuita Moret, que los godos tu

0 (1) Historia rom. lib. VII, cap. 41, et 42.

vieran otro derecho para dominar á España, mas que el de las armas, y aquel mismo que para invadir y saquear á Roma Alarico, y volver su sucesor Ataulfo á calentarse en sus llamas, para devastar á Italia, y correr robando las Galias. Las entradas que despues hicieron los godos en la península no fueron para apropiársela a sí mismos, sino como ausiliares del imperio, y para sujetar á los rebeldes, por cuyos servicios se les cedió la Aquitania. Finalmente, Eurico, aprovechándose diestramente de las turbaciones del imperio, estendió, y afirmó mas su monarquía en Francia y en España. Esta fue la verdadera causa de haber ensanchado su señorío los godos; este fue su derecho; no hay que buscar otro; y de este mismo de las armas y violencias se valieron sus sucesores, guerreando á los romanos, que por largos tiempos fueron perdiendo las tierras de España á trozos, como á quien defendiendo su capa se la rasgan á pedazos los ladrones (1).

CAPITULO VI.

Innovaciones en las costumbres primitivas de los godos.

Ataulfo, orgulloso con sus victorias y su matrimonio

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con Placidia, proyectaba nada menos que la trasformacion de todo el imperio romano en otro nuevo, que habia de llamar, se Gothia ; pero lo retrajeron de aquella idea la reflesion so☀ bre el caracter indomable de los godos, y los consejos de su muger, quien pudo persuadirle que adquiriria mas gloria ayudando al imperio á recobrar su esplendor antiguo, que em peñándose en fundar otro muy diverso (2).

(1) Investigaciones históricas de las antigüedades del reino de Navarra,

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Los godos se habian dividido en dos naciones, distinguidas por los sitios en donde se establecieron, esto es, en orientales y occidentales, que eso significaban en su idioma las palabras. ostrogodos y visogodos. Los ostrogodos se apoderaron de la Italia mandados por su rey Teodorico, despues de haber vencido á Odoacro y á los hérulos que la dominaban. Los visogodos fijaron su domicilio en la parte meridional de Francia, y en la setentrional de España. i avi,,

Aunque Ataulfo habia desistido de su proyecto de formar un nuevo imperio, el diverso estado en que se encontraban, tanto los godos como los romanos, no podia dejar de producir muy grandes innovaciones en las leyes y costumbres de los unos y los otros.

Los godos primitivos no conocian la propiedad rurales! y en sus nuevos establecimientos se apropiaron, en unos later cera parte, y en otros dos de las mejores tierras. Esta sola novedad, debió producir otras muy grandes en sus inclinaciones, usos y habitudes; porque privados antes de tal derecho, carecian de infinitos medios de subsistir, de enriquecerse y de gozar la gran variedad de frutos y placeres de que abundaban los romanos, y se veian precisados á buscar en la fatigosa caza, y en la peligrosa guerra los pocos que conocian.

I

Asi se vió que luego que los visogodos se establecieron en esta península, cambiaron, como decia Orosio, las armas por los árados (1); amaron la agricultura que antes aborrecian; y la necesidad de valerse para ella de españoles, los fue inclinando á tratarlos con menos fiereza, y á adoptar muchas de sus costumbres. a tobvolgen de wurdeur

Tambien debieron influir en las alteraciones de las ideas germánicas los nuevos conocimientos, y mayor facilidad que encontraban ya los godos de gozar muchas comodidades, que

(1) Histor. lib. VII, cap. 41.

era

antes ignoraban, Los antiguos habian vivido en chozas ó barracas, separadas unas de otras, mezclados y tendidos en el suelo hombres y mugeres, amos y criados; yeehogueamuevos establecimientos habitaban en ciudades ó villas, y en palacios ó càsas mucho mas cómodas; bien muebladas, y unidas unas con otras. Antes, aisladas las familias, y con menos necesidades, tenian pocos motivos para visitarse, y presentarse en público con decencia. Despues se fueron multiplicando sus relaciones seciales, y con ellas aumentándose mas o menos su cultura, segun la de las ciudades donde moraban. Antes no trataban sino con personas de su misma nacion, de su misma lengua, y habituadas á un mismo género desvidas Despues use vieron rodeados de romanos, que aunque vencidos, eran muy superiores á ellos en el número mucho mas en instruccion; y les enseñaban mil medios de enriquecerse y regalarse, menos penosos que la caza y los combates. Antes no formaban mas que una nacion uniforme en su manera de esistir, y de gobernarse. La nueva monarquía goda constaba de dos naciones muy diferentes en todo; y aunque la goda dominante era la mas privilegiada para el ejercicio de la soberanía, y de los empleos mas honoríficos y mas lucrosos; la dominada equilibrabą aquellas ventajas con la del número y la de la ilustración. Pudo decirse de esta do que muchos siglos antes se habia dicho de los griegos.

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Graecia capta ferum victorem cepit, et artes'

Intulit agresti Latio.nl, nada enten sonrilti euf

A aquellas grandes ventajas de los vencidos sobre los vencedores se añadian otras incalculables, que les proporcionaba la religion. Los obispos y sacerdotes de la monarquía- goda casi todos eran españoles ó romanos, que asi se llamaban los españoles de aquel tiempo; y los sacerdotes en todos han go

zado inmensa consideracion en los gobiernos, y mucho mas en los de las naciones bárbaras é ignorantes.

ul. Los mismos godos, aunque dominantes, no eran ya tan libres como en la Germania. Sus grandes se apropiaron bien presto en esta península la mayor parte de los derechos que alli habia gozado toda la nacion. La visogoda casi no era mas que un ejército dividido en, milerias, quingentenas, centenas -y decenas, mandadas militarmente, y en uu gobierno militár -el mayor provecho suele ser para los gefes..!!

Todas estas causas fueron produciendo un nuevo gobierno, y un nuevo derecho, bien diverso del imperial, y del germánico primitivo, el cual puede llamarse romano-bárbaro, ó viso-godo. vv mye bilner onsans cupe

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CAPITULO VII

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Política de los reyes godos. Código de Eurico.

La

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a larga comunicacion de los bárbaros con los romanos, al mismo tiempo que les enseñaba las ventajas de muchas de sus leyes y costumbres, iluminaba tambien la política de sus gefes para no abusar de su poder, ni del llamado derecho de la guerra. Ademas de esto, á sus nuevos reyes les convenia mucho captar á los naturales, para afirmar con sus ausilios la autoridad sobre sus compañeros de armas, muy propensos siempre á la rebelion.

Véase como Teodorico, rey de los ostrogodos, hablaba á los italianos. » Otros reyes, les decia, en sus conquistas de las ciudades buscan su ruina. Yo me he propuesto vencer de tal manera, que los vencidos sientan no haber caido antes bajo mi dominio (1),"

1

Asi fue que no impusó á los pueblos de Italia ninguna

(1) Casiodorus, Variar. lib. 3. n. 43.91

92.

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